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El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe acogió el pasado 18 de junio a un grupo de propagandistas con su presidente al frente, como peregrinos a la casa de sanación de la Madre. Durante el viaje se hicieron tres momentos de oración y una reflexión para preparar “el corazón y fijar la mirada en lo sobrenatural “.

Traspasada la Puerta Santa dio comienzo la Misa del Peregrino presidida por el arzobispo primado, don Francisco Cerro Chaves; su imagen de pastor apoyado en el báculo a los pies de la Virgen de Guadalupe acogió a los peregrinos con un profundo sentido mistérico. El Pastor transmitió al grupo de peregrinos, “la diferencia entre ser un vagabundo en la vida o ser un peregrino, el vagabundo deambula por el mundo y el peregrino sabe de dónde viene y a dónde va”.

Su acogida y cariño culminó con el precioso recuerdo de los ejercicios espirituales que ha dirigido a los propagandistas en varias ocasiones.

Una fotografía del grupo, recoge un momento de esa larga historia de peregrinos en ese hermoso lugar de conversión escogido por la Virgen de Guadalupe.