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Consejo nacional
¿Qué es la ACdP?
La ACdP cuenta con 23 centros repartidos por toda España.
Las actividades de la Asociación se articulan desde los diferentes secretariados nacionales: Secretariado Nacional de Acción Social, Secretariado Nacional de Causas de Canonización, Secretariado Nacional de Comunicación, Secretariado Nacional de Familia y Vida, Secretariado Nacional International Office, Secretariado Nacional de Jóvenes, Secretariado Nacional de Nuevos Centros y Secretariado Nacional de Vida Asociativa.
La vida espiritual es uno de los pilares fundamentales de la ACdP, ya que de su práctica se deriva el apostolado en la vida pública. Los propagandistas, año tras año, acuden a los Ejercicios Espirituales, ya sean nacionales o locales. En cuanto a la vida asociativa de los centros, se realizan numerosas actividades, entre las que destacan los cursos de verano y las peregrinaciones.
Una de sus principales acciones es el Congreso de Católicos y Vida Pública que se celebra anualmente desde 1999, y que con el paso del tiempo se ha convertido en un referente del catolicismo español. A este congreso se sumaron, desde el 2006, las Jornadas Católicos y Vida Pública que recorren España cumpliendo con el fin asociativo de promover el bien común y los principios del humanismo cristiano en todos los ámbitos.
La ACdP cuenta con diferentes obras fundacionales entre las que se encuentran las Fundaciones CEU, el Colegio Mayor Universitario de San Pablo, la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria, la Fundación San Pablo para Ayuda al Estudio y la publicación El Debate, un medio online heredero del periódico del mismo nombre que se convirtió en uno de los grandes diarios españoles del primer tercio del siglo XX bajo la dirección de Ángel Herrera Oria en el primer tercio del siglo XX.
Nuestros estatutos
Oración del propagandista
Virgen Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra, venimos a tu presencia con el deseo de ser apóstoles de tu Hijo y de infundir el espíritu cristiano en el corazón de todos los hombres, para que el Evangelio brille en nuestra vida personal, familiar y social.
Concede, Señora, a nuestros afanes un carácter sobrenatural que los haga fecundos y agradables a sus ojos. Sea sobrenatural nuestra vida, alimentada y sostenida por la Eucaristía; sobrenatural, el móvil de nuestro apostolado -la mayor gloria de Dios y el bien de nuestro prójimo-; sobrenatural el espíritu de nuestra palabra, caldeada por el fuego del amor divino; sobrenatural, la esperanza del fruto de nuestro esfuerzo por ordenar todas las cosas a Cristo con la fuerza del Espíritu, el poder de la oración y nuestra presencia en la vida pública.
Te pedimos pureza en nuestras costumbres, abnegación en nuestras obras, generosidad para no abandonar la lucha por el tedio ni el cansancio, amor mutuo entrañable para ser siempre un alma y un corazón, viviendo unidos en un mismo pensar, un mismo querer, un mismo obrar.
Haznos ver, Señora, que el pesimismo es contrario a la gracia y a la fe, pues "todo lo puedo en Aquel que me conforta". Y que es posible santificar la vida de España y del mundo con el trabajo constante y abnegado de quienes se consagran al apostolado católico.
Y a ti, glorioso San Pablo, que con la luz de tu predicación iluminaste el mundo, propagando el esplendor del Evangelio, te pedimos que nos alcances del Cielo espíritu apostólico y un ardiente deseo de hacer y padecer por la gloria de Jesucristo.
Amén.
Oblación
Eterno Dios y Señor de todas las cosas:
En presencia de vuestra infinita bondad y de vuestra gloriosa Madre y Madre nuestra, la Inmaculada Virgen María, y ante el Patriarca san José, nuestro patrono san Pablo -el insigne Apóstol de las gentes-, y todos los santos y ángeles de la corte celestial, confesamos que es nuestra firme voluntad y determinación deliberada consagrarnos con vuestro favor y ayuda a la evangelización como apóstoles de vuestro Reino, en cuyo servicio aceptamos de antemano, en cuanto sea para la mayor alabanza y gloria vuestra, todas las injurias, humillaciones, contrariedades y pobreza que os sirváis enviarnos, si os dignáis elegirnos y recibirnos en esta vida y estado.
Vos, Señor, que nos inspiráis esta resolución, haced que perseveremos en ella y que vuestra bendición permanezca siempre con nosotros.
Amén.