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• Vian, vaticanista: «Cuando el Papa Francisco decía algo que no interesaba al cuento progresista, lo borraban».
• El exdirector de L’Osservatore Romano asegura que León XIV no correrá el mismo riesgo, aunque existe el «riesgo» de que «lo borren»
• Guillermo Altarriba, en El Debate

Para el historiador y periodista Giovanni Maria Vian –que fue director de L’Osservatore Romano, el periódico del Vaticano, entre 2007 y 2018–, comunicar desde el corazón de la Iglesia Católica es una «misión imposible». Así ha ironizado en sendas ponencias ofrecidas este lunes en la Universidad Abat Oliba CEU, en Barcelona, invitado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).

El también autor de Pablo VI. Un cristiano en el siglo XX o El último papa ha reflexionado sobre los desafíos a los que se han enfrentado los pontífices desde Pío XII –«el último Papa romano; esto es, nacido en Roma», ha señalado– hasta León XIV. Sobre el Papa Francisco, Vian ha destacado que, comunicativamente, lo mejor que tuvo fue «llegar a donde no llegaron otros papas».

Sin embargo, también ha dicho que Francisco «llegó hasta donde quisieron los medios de izquierdas», que presentaron de él una caricatura como «jefe de la izquierda mundial». «Bergoglio sabía llegar [a los medios], sabía que cualquier cosa que dijese sería un titular… pero los medios borraban todo lo que no interesaba al cuento progresista», ha lamentado, recordando, por ejemplo, cómo ignoraron sus repetidas condenas del aborto, llegando a compararlo con contratar a un sicario.

En este sentido, Vian ha considerado que León XIV no caerá en esta misma trampa, aprovechando lo que le ha pasado a su antecesor: «Él no va a dar titulares», ha dicho. «El riesgo es que lo borren, pero es bastante difícil borrar a un papa», ha ironizado.

Benedicto XVI

Sobre Benedicto XVI, el experto vaticanista ha celebrado que su mayor virtud comunicativa fue «la claridad», pero que sus colaboradores no supieron ayudar al Papa germano: «Fue traicionado de manera canallesca, se puede sospechar de un boicot informativo», ha señalado, recordando polémicas como el incidente de Ratisbona y su polémica con el Islam. «Nadie avisó al Papa que era mejor quitar esa cita de un emperador bizantino que no añadía nada», ha señalado.

Vian ha recordado que Benedicto XVI llegó al pontificado con una etiqueta injusta: frente a quienes lo caricaturizaban como «Nazinger» o «cardenal Panzer», ha defendido que fue «un hombre muy progresista, mucho más abierto y reformista que Bergoglio», por su condición de intelectual. Al hilo de esta reflexión, el ponente ha considerado que, con Francisco, el papado alcanzó un «extremo absolutista», y predijo que el papado de León XIV supondrá una reforma de la institución, volviéndola más colegial y menos personalista.

Comunicar desde el Vaticano

Antes, el ponente trazó una historia trufada de anécdotas sobre la comunicación vaticana en los siglos XIX y XX, desde la aparición de L’Osservatore Romano en 1861 hasta la creación de Radio Vaticana en 1931. Una historia en la que se plantea la paradoja entre el hecho de que el Vaticano es, a la vez, «un mundo muy cerrado, pequeño y autorreferencial» y «el organismo central de la religión más difundida en el mundo».

Haciendo este recorrido, el periodista señaló que la primera entrevista de prensa con un papa pudo haber ocurrido en 1882, con León XIII, y ha criticado el prejuicio sobre Pío XII como «el Papa de Hitler», y defendió que «hizo lo que pudo, intentando salvar a todos los perseguidos, sin distinción». También celebró el «gran éxito periodístico» que supuso el Concilio Vaticano II.