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• Bajo el lema «La libertad de los hijos de Dios», Valladolid acoge un encuentro de diálogo, reflexión y fe compartida.

Por Lorena Torío, en El Debate

La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU han celebrado en Valladolid la segunda sesión de las VII Jornadas Católicos y Vida Pública. En este nuevo encuentro, llamado la ‘Libertad en la adversidad’, participaron Higinio Marín Pedreño, rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, y José María Eiros, catedrático de Medicina de la Universidad de Valladolid, quienes reflexionaron sobre la capacidad del ser humano para mantener la fe y la libertad en medio de las dificultades. La sesión se cerró con el testimonio del sacerdote, médico y misionero Manuel Jesús González López de Lemus.

El primero en tomar la palabra fue el rector y también filósofo, Higinio Marín Pedrero, que definió la adversidad como «toda dificultad en la realización de algo que no se sigue propiamente su fin». Según explicó, la adversidad no pertenece al orden original de la creación, sino que surge del desorden introducido por el pecado, añadiendo un carácter «penoso» y «azaroso» al esfuerzo humano.

El rector destacó que la adversidad puede manifestarse tanto en lo que nos ocurre (la enfermedad, el envejecimiento, la fragilidad) como en lo que hacemos (los proyectos que fracasan, los esfuerzos que se malogran). Frente a ella, la primera respuesta humana es resistir y permanecer fiel.

Higinio Marín explicó que también otras formas de afrontar la adversidad, como el proyecto humano, entendido como la anticipación racional del azar«. Finalmente, concluyó que «la esperanza es la forma de afrontar todas las adversidades, incluyendo las adversidades que hay que resistir, las que pueden concurrir al proyecto y las que tienen que ver con las promesas».

Tras esa intervención, tomó la palabra José María Eiros, catedrático de Medicina de la Universidad de Valladolid, quien ofreció una reflexión desde la perspectiva del científico y del creyente. En su intervención destacó que «nuestro conocimiento es parcial en la mayoría de las competencias, y que hay otra realidad, que es el ansia de eternidad, y que solo se responde desde Jesucristo».

Según Eiros, la fortaleza cristiana «hace posible el seguimiento del Señor un día y otro, sin que el temor, sin que la prolongación del esfuerzo, los sufrimientos físicos, los morales, los peligros, oscurezcan en cada uno de nosotros la percepción de la verdadera felicidad que es seguir la voluntad de Dios».

Apoyándose en las enseñanzas de Benedicto XVI, subrayó el valor del «martirio de la vida cotidiana», de cuyo testimonio el mundo de hoy está «especialmente necesitado». También recordó las palabras del psiquiatra Viktor Frankl, psiquiatra y superviviente del Holocausto, para ilustrar cómo incluso en las situaciones más extremas el ser humano «conserva la libertad de elegir su actitud ante cualquier tipo de circunstancia».

La experiencia pastoral en Kenia

La sesión continuó con el testimonio del sacerdote, médico y misionero Manuel Jesús González López de Lemus. Nacido en Estados Unidos, pero de raíces andaluzas, el sacerdote relató su experiencia pastoral en Kenia, donde vivió desde 1986 hasta 2003; fue allí donde «encontró mucho mal», pero «también mucha bondad», especialmente ente los niños, «sus grandes maestros».

Destacó también la «llamativa» evangelización cristiana que África ha experimentado en los últimos años, un hecho que achacó al «deseo» de los africanos de «tener una esperanza de redención ante las dificultades que encuentran en la vida».

Sobre la libertad, el sacerdote la definió como «la facultad que nos ha dado Dios para ser capaces de elegir el bien». «Si tengo libertad, tengo que buscar el bien, que va a estar siempre mezclado con el mal», concluyó recordando la parábola del trigo y la cizaña.