Peregrinos de la esperanza
5 de noviembre de 2025
- Presentes en el Jubileo del Mundo Educativo convocado por el Papa León XIV.
La Iglesia católica ha celebrado su 25º Jubileo bajo el lema “Peregrinos de la esperanza”, convocado por el Papa Francisco. Entre los grandes eventos de este Año Santo destaca el Jubileo del Mundo Educativo, que ha tenido lugar en Roma del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2025 y al que no hemos querido faltar. Una oportunidad para renovar nuestro compromiso como institución educativa que cree firmemente en un modelo formativo inspirado en el humanismo cristiano, al servicio de la persona y del bien común.
La ACdP Y el CEU, una de sus obras, han podido asistir tanto a la recepción general del Santo Padre en la Plaza de San Pedro como a la solemne misa celebrada posteriormente en la Basílica de San Pedro, que ha reunido a familias, educadores, instituciones y comunidades educativas de todo el mundo para agradecer el compromiso de quienes tienen en su corazón el futuro de las jóvenes generaciones.

El momento central fue el sábado 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, con una Eucaristía en la Plaza de San Pedro presidida por el Santo Padre. Fue una ocasión para dar gracias y renovar el compromiso con una educación que sea fuente de fraternidad, paz y justicia.
Además, tuvimos la suerte de disfrutar una audiencia pública con el Papa León XIV.
Entre los asistentes, entre otros, estuvieron nuestro presidente, Alfonso Bullón de Mendoza, vicepresidente de la ACdP, José Masip, Patronos, miembros del Consejo Nacional de la ACdP, nuestro director general, Javier Tello, los rectores de la CEU USP, Rosa Visiedo y de la CEU UCH, Higinio Marín, así como otros miembros del Comité Ejecutivo CEU.


Todo ello fue una oportunidad única para celebrar y compartir la vocación educativa del CEU, en comunión con miles de personas que, desde distintas culturas y realidades, trabajan cada día por una educación que es, verdaderamente, un acto de esperanza.
En su discurso, el Papa León XIV recordó a los educadores de todo el mundo que la verdadera enseñanza nace del interior, allí donde el Maestro —Cristo— habla al corazón de cada persona. Invitó a situar la interioridad, la unidad, el amor y la alegría en el centro de toda labor educativa, como pilares de una formación verdaderamente humana. Subrayó que educar no es solo transmitir conocimientos, sino un acto de amor que une a maestros y alumnos en la búsqueda compartida de la verdad.

