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Este 8 de mayo de 2025 quedará grabado en la memoria de los propagandistas del centro de Alicante y Murcia como una jornada providencial, cargada de significado espiritual y comunión eclesial. La reunión, ya programada con anterioridad, comenzó con la celebración de una misa ofrecida al Papa Francisco y por la elección del nuevo pontífice, en el mismo momento en que se desarrollaban las votaciones en el cónclave en Roma.

Apenas concluida la Eucaristía, recibimos la noticia tan esperada: Habemus Papam. En un momento de gracia que solo puede calificarse como providencial, tuvimos la oportunidad de ver en directo la salida por el balcón de San Pedro del nuevo Papa, León XIV. Nos llamó profundamente la atención la constante reiteración de las palabras paz y diálogo, que parecen marcar el inicio de un pontificado orientado a la reconciliación, el entendimiento y la construcción de puentes, tanto dentro de la Iglesia como con el mundo.

El tema del círculo de estudios ya preparado para ese día giraba precisamente en torno al cónclave, el proceso de elección del Santo Padre y el significado del nombre papal, una coincidencia que intensificó el sentimiento de unidad con la Iglesia universal.

El punto culminante del encuentro fue la lectura del artículo publicado en La Razón, “Habemus Papam: el temblor del alma por la Gracia de Dios”, escrito por Amada Prado Piña, propagandista del centro de Guadix. En él, Amada logra expresar con belleza y profundidad la mezcla de conmoción, temor reverente y responsabilidad que vive un hombre llamado a ser Vicario de Cristo. Se abordaron aspectos humanos y espirituales del nuevo Pontífice, incluyendo la importancia de su salud mental, su preparación espiritual, y la necesidad de que el pueblo de Dios lo acompañe con oración y comprensión, especialmente en un mundo cada vez más exigente y secularizado.

El encuentro concluyó con un ambiente de esperanza y compromiso. La experiencia vivida hoy nos ha fortalecido en nuestra identidad como propagandistas y nos anima a seguir anunciando el Evangelio con renovado entusiasmo, confiando en que este nuevo tiempo de la Iglesia, bajo la guía del Papa León XIV, traerá frutos de unidad, diálogo y paz.