Dos son los grandes motores que nos mueven en la vida: el amor y la esperanza. (Ángel Herrera Oria)
14 de septiembre de 2020
El día 12 de junio, festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, después de una larga enfermedad, falleció el consiliario del Centro de Murcia, Domingo López Marín, párroco de San Pedro Apóstol de Murcia, canónigo de la Catedral y vicario episcopal para la Vida Religiosa. La Misa Exequial, celebrada en la Catedral, fue presidida por el cardenal prefecto para la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, monseñor Antonio Cañizares Llovera; acompañado por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña Pastor, y el obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes.
Fueron muchas las personas que desde diversos ámbitos de la diócesis quisieron acompañar a la familia del sacerdote y dar gracias a Dios por su vida y su ministerio sacerdotal. El cardenal Cañizares recordó a todos la importancia de vivir haciendo la voluntad de Dios y destacó que fue un hombre “sincero, que escuchó la llamada del Buen Pastor”. El obispo de Cartagena se dirigió a los presentes para ensalzar al que él consideraba un maestro: “ha sido un hombre de fe, de una fortaleza tremenda, siempre al servicio de la Iglesia, como párroco, vicario y misionero”. Desde la ACdP nos unimos a la oración de monseñor Lorca Planes y con él podemos decir emocionados: “gracias Domingo por tu servicio a la Iglesia”.