Dos son los grandes motores que nos mueven en la vida: el amor y la esperanza. (Ángel Herrera Oria)
6 de septiembre de 2022
Una calle estrecha en Sevilla dedicada a José María Pemán, varias grandes avenidas bautizadas por el cardenal Ángel Herrera Oria o incluso una vía en la ciudad uruguaya de Montevideo que homenajea a José Antonio Aguirre. Son solo algunos de los muchos ejemplos que la vicesecretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), Mª Carmen Escribano, recopiló en su libro Los propagandistas en las calles.
El libro es fruto de una exhaustiva investigación en la que Escribano recoge la presencia de los miembros de la asociación en el callejero español e internacional. «La idea –escribe la autora– escondía un reto: comprobar cómo se valora la actividad de la ACdP a través del reconocimiento a sus miembros poniendo su nombre a calles, plazas e instituciones de las ciudades».
El resultado arroja luz sobre esta cuestión: un centenar de municipios españoles cuentan con un reconocimiento a un propagandista en el callejero. Están repartidos en 22 provincias, y estas –a su vez– en 12 comunidades autónomas. Con todo, la propia Escribano reconoce que su trabajo no se puede dar por concluido: «Es como un río que va a continuar fluyendo, pues se seguirán poniendo nombres a recientes calles y apareciendo nuevos datos sobre las ya conocidas», apunta.
El paseo de Escribano permite situar en la geografía el «reconocimiento popular» –dice– a 32 miembros de la ACdP: paseos, parques, plazas o avenidas dedicadas a intelectuales, políticos, sacerdotes o profesores. «Todos, relevantes personalidades de la vida pública, que entregaron su vida al servicio de la sociedad y de la Iglesia, y que siempre lucharon por una España mejor», glosa el antiguo director del Colegio Mayor San Pablo Antonio Rendón–Luna en el prólogo de un libro que responde a la inquietud confesa de la autora por conocer «la pequeña historia de las cosas».
Entre las vías analizadas destaca, por ejemplo, la avenida del Cardenal Herrera Oria, en Madrid: la antigua carretera que unía Fuencarral con la playa natural sobre el Manzanares, a la que se une la estación de metro Herrera Oria, de la línea 9. Herrera Oria también goza de protagonismo –entre otros– en el callejero de Málaga o Santander, en ambos casos con grandes avenidas.
Algunos propagandistas tienen presencia en múltiples ciudades –como José María Fernández Ladreda, a quien se le recuerda en su ciudad natal, Oviedo, pero también en Madrid, Cádiz o León–, mientras que otras calles expresan un cariño más local. Es el caso del periodista Ramón Resa –con calle en Sevilla–; el jurista Emilio Attard –homenajeado en Valencia–, o el promotor del Grupo Tácito Abelardo Algora, con una avenida en su pueblo natal, Pedrola.Otros lugares, en cambio, pertenecen ya a la historia, como la barriada que el padre Ángel Ayala fundó en Ciudad Real, para dar vivienda a familias pobres que vivían en chabolas o chamizos. Con los años, las familias se mudaron a nuevos pisos y la barriada quedó derruida: desde el cambio del milenio, todo lo que queda de aquel proyecto social es un solar.