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Nuestra Asociación organizó el pasado martes, 4 de junio, en el salón de actos Cajasur-Gran Capitán, una conferencia sobre Ignacio Echeverría, conocido como el héroe del monopatín, en la que participó su padre, Joaquín Echeverría, así como Javier Segura, autor del libro ‘El héroe del monopatín’, que narra la vida y la muerte de este joven español víctima de un atentado islamista en Londres. El acto, que coincidió con el séptimo aniversario de su muerte, estuvo presentado por el sacerdote Miguel Varona, director del Secretariado para la Causa de los Santos, quien al inicio hizo un repaso sobre los procesos de beatificación vinculados a virtudes heroicas.

La integridad que llevó a enfrentarse a Ignacio a situaciones injustas fue uno de los rasgos más destacados de su personalidad, “un santo que los que te encuentras al lado, en la puerta de al lado”, explicó Javier Segura director del Musical “Skate Hero” y autor del libro “El héroe del monopatín” quien considera que lgnacio era una persona normal y eso lo convierte en un modelo válido para todos; una persona tímida y sencilla pero con gran tesón que le lleva a culminar estudios y trabajo,  alguien que permite colocar la santidad en su sitio, “primero por dar la vida por otra persona, pero toda su vida cristiana es una vida ejemplar” y el valor se su existencia radica en que nos enseña que “se puede vivir así”, afirmó Segura

La Asociación Católica de Propagandistas, fiel a su espíritu de participar activamente en la vida social y pública en defensa de la vida y la dignidad de la persona, celebró esta ponencia sobre las virtudes que adornaron la vida de Ignacio Echeverría, español que fue asesinado en un ataque terrorista en Londres el 3 de Junio de 2017.

Ignacio Echeverría, nacido en 1978, era un joven que cursó estudios de Derecho en la Universidad Complutense y en La Sorbona. Después de unos años buscando empleo, lo obtuvo en la entidad HBSC, en Londres, en el departamento de Blanqueo de Capitales. En junio de 2017, el español Ignacio Echeverría sabía que algo peligroso estaba ocurriendo en el Puente de Londres. Mientras todo el mundo huía, en medio del caos y con su emblemático monopatín como única defensa, se adentró a contracorriente hasta la escena de un atentado terrorista llevado por un instinto que acarreó a lo largo de su vida, ayudar al prójimo. Este acto le costó su vida.