
María San Gil e Iñaki Arteta presentan en Jerez el documental sobre Gregorio Ordoñez con coloquio sobre el compromiso ético del cristiano
7 de mayo de 2025
El auditorio San Juan Pablo II del Obispado de Jerez acogió este martes, 6 de mayo, con motivo del 30º aniversario del asesinato del exdiputado vasco a manos de ETA.
Este documental, una obra del director Iñaki Arteta sobre Gregorio Ordóñez y su asesinato ocurrido el 23 de enero de 1995, recoge el testimonio de familiares, amigos y compañeros del exdiputado del Parlamento Vasco y concejal del Partido Popular en San Sebastián, cuya defensa firme de los principios constitucionales, así como su cercanía al ciudadano y a sus problemas reales, le convirtieron en una figura incómoda para el nacionalismo radical vasco.
Tras la proyección, tuvo lugar un coloquio con María San Gil, directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo, que aportó una reflexión desde su compromiso personal y profesional con la memoria de las víctimas, y con el director del documental, periodista y documentalista, experto en la sociedad vasca y ETA, Iñaki Arteta. San Gil contestó al porqué de este documental, coincidente con el asesinato, hace 30 años de Ordóñez, y también del atentado contra José María Aznar, con el objetivo de poner en valor a las víctimas del terrorismo: los jóvenes deben conocer esta época negra del País Vasco, de forma que cunda el ejemplo de compromiso social y cristiano que representó Gregorio Ordóñez.
Arteta comentó que para hacer una biografía se precisa contestar a dos preguntas: qué pensaba el protagonista y en qué contexto vivió. ”Los hombres normales no saben que todo es posible”… y Ordóñez, sí lo sabía por sus valores y determinación de sus principios; destacó también el amor en la pareja que comportó guardar el miedo y compartir una vida de valores en el matrimonio ante las máximas dificultades con riesgo de la propia vida.
Comentaban que hubo asesinatos estratégicos (los menos), convirtiéndose muchos en víctimas usadas por el terror y que condujeron a pensar que la violencia les ha sido útil. Desde finales de los 50 hasta el año 2010 han conseguido vivir bien en las instituciones, sin pedir perdón, ni mostrar arrepentimiento, ni colaborar con la justicia: porque han ganado, y aunque no haya comandos, sigue en en las instituciones. Todo sigue igual, hay una paz encubierta, pero no hay libertad
Esta sociedad tiene pendiente deslegitimizar el proyecto político que supone ETA y que aún existe. Solo a través de la educación y de la historia real bien contada, podrá cambiar con el tiempo la hegemonía anticonstitucionalista existente hoy en el País Vasco. Con una cerrada ovación de las más de 80 personas asistentes, finalizó el acto.