Dos son los grandes motores que nos mueven en la vida: el amor y la esperanza. (Ángel Herrera Oria)
4 de julio de 2023
Gerhard Müller ofreció la conferencia titulada ‘Llamados a ser testigos: ¿misión imposible?’ enmarcada dentro de las XVII Jornadas de Católicos y Vida Pública del País Vasco, que se desarrollaron los días 10 y 11 de marzo en el Palacio Euskalduna.
El cardenal alemán Gerhard Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, censuró la actitud de aquellos que quieren «imponer la ideología de género» y ha señalado que el cambio de género no es «nada más que una mutilación del cuerpo» .
En su intervención, el cardenal Müller se mostró crítico con los políticos de la Unión Europea y censuró la actitud de aquellos que quieren «imponer la ideología de género». En este sentido consideró que el cambio de género no es «nada más que una mutilación del cuerpo».
«Nuestro cuerpo es parte de nuestra identidad. El hombre es creado en la unidad del espíritu, del alma, del cuerpo. Dios ha creado a su imagen al hombre y la mujer. Esta es la realidad», aseguró.
Asimismo, acusó a los «ideólogos de la ideología de género» de no ser «tolerantes» y buscar solo «imponer una ideología». Además, lamentó algunos comportamientos contra aquellos que «rezan delante de clínicas abortistas en Inglaterra».
«Es también el inicio de una dictadura, como también en España, como en toda Europa, pero el gobierno de España es peor», expresó, al tiempo que ha asegurado que entre los «actuales gobernantes pocos cuentan con una »profesión práctica, académica».
En este sentido, aseguró que se trata de políticos que comenzaron «a los 18 años en la política y no conocen la vida como es». «No tenían ninguna responsabilidad en una profesión, en el mercado, la universidad, las finanzas… Esos son nuestros políticos que quieren dictar cómo debe uno pensar y hablar. Yo no necesito a estas personas. Poca cualificación filosófica. Personas que nunca han leído a Aristóteles quieren decir lo que el cardenal Müller puede o no decir», declaró.
Por otro lado, y cuestionado por la «debilidad» de los miembros de la Iglesia, el cardenal advirtió que «los miembros del cuerpo de Cristo pueden ser también pecadores».
De este modo, y tras censurar que algunos representantes de la iglesia vivan «una doble vida», ha asegurado que «el escándalo representa una gran oportunidad para los enemigos de la Iglesia». «Para atacarnos no solo a nosotros sino más a Jesús», añadió.