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En torno a 20.000 personas se dieron cita el domingo 27 de marzo en Madrid para unirse a la Marcha por la Vida, una convocatoria que tenía como objetivo reclamar que la vida sea «cuidada en todas sus etapas, desde el nacimiento hasta la muerte justa y natural».

Impulsada por la Plataforma ‘Sí a la vida’ y apoyada por 500 asociaciones y entidades, entre ellas la Asociación Católica de Propagandistas, y el CEU, la marcha partió de la Calle Serrano a las 12.00 y llegó a la Plaza Cibeles, donde se había instalado un escenario por el que pasaron diferentes personas a dar testimonio. El evento estuvo presentado por la influencer Grace Villareal y Diego de Julián, que fueron dando paso a las distintas intervenciones.

Hubo un momento especialmente emotivo, cuando se realizó una ecografía en directo a una mujer embarazada, pudiendo escuchar los latidos del bebé, mientras los asistentes guardaban un minuto de silencio por todos aquellos niños abortados.

Antes del concierto de los Hermanos Martínez que cerró el acto, niños, doctores y algunos representantes de instituciones académicas, como la directora del Instituto CEU de Estudios de la Familia, Carmen Fernández de la Cigoña, leyeron por partes el manifiesto de esta marcha pidiendo que se acaben con los posicionamientos ideológicos, que termine «esta cultura de la muerte».

Los manifestantes reclamaron más ayudas para acompañar a las madres que atraviesan problemas y ayudarles a que puedan sacar a sus hijos adelante, sin que lleguen a plantearse el aborto como una opción. Fue destacable la participación de jóvenes, así como de profesionales de diversos ámbitos y autoridades que, con su presencia, quisieron gritar sí a la vida, en contra del aborto y la eutanasia.