
La ACdP acoge la Eucaristía de la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
2 de junio de 2025
Este domingo, 1 de junio, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebró la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, bajo el lema propuesto por el Papa Francisco: «Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones».
Con este motivo, se celebró una Eucaristía en la capilla del Colegio Mayor de San Pablo (Isaac Peral, 58), presidida por Mons. José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena, y organizada en colaboración con la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España. La misa fue retransmitida en directo por TVE2 en el programa El día del Señor.




El presidente de la Comisión de Medios de la Conferencia Episcopal Española, en su homilía ha recordado la necesidad del trabajo de los informadores «para construir sociedad» y ha deseado que «recibáis en vuestra vocación la fuerza del Espíritu Santo para se testigos de la verdad y la luz». Sabemos, explicaba Lorca, que a veces esa verdad cuesta salir». Monseñor aseguraba que «es posible llegar a la verdad con la fuerza de Dios». Insistía en las palabras del Papa León XIV sobre la necesidad de tender puentes desde todos los lugares de la sociedad, y como no, desde el Periodismo.
En la Eucaristía participaron el presidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España, José María Legorburu, en la monición de entrada; el decano de Periodismo de la Universidad San Pablo CEU, Pablo Velasco y profesores, alumnos y miembros de UCIPE.
Para la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y sus obras acoger esta celebración supone una profunda alegría. No en vano, fue el siervo de Dios Ángel Herrera Oria, fundador de la ACdP, quien impulsó en 1926 la creación de la Escuela de Periodismo de El Debate, el primer centro de formación de periodistas en España, que sentó las bases de las actuales facultades de Comunicación.
Desde entonces, cientos de profesionales de la información se han formado en las universidades del CEU, heredando una visión del periodismo comprometida con la verdad, el bien común y la dignidad humana. Esta Eucaristía es, por tanto, también una ocasión para dar gracias por esa historia y renovar el compromiso con una comunicación más humana, serena y esperanzadora.