Dos son los grandes motores que nos mueven en la vida: el amor y la esperanza. (Ángel Herrera Oria)
23 de febrero de 2022
«La eutanasia es una corrupción del derecho», aseguraba el abogado y presidente de la asociación Gerona Inmortal, Jaime Serrano de Quintana, durante su intervención en las IV Jornadas Católicos y Vida Pública de Zaragoza.
El ponente destacó que «legalidad no implica legitimidad» y que la práctica de la eutanasia va en contra del derecho natural, entendido desde una concepción cristiana.
«La eutanasia es una gran mentira dialéctica; matar a alguien no es ofrecerle una buena muerte, que es el significado original de la palabra», añadió Serrano. El letrado catalán identificó algunas «falacias» implícitas en la defensa de esta práctica -como creer que para eliminar el sufrimiento hay que eliminar al sufriente-, y consideró que la ley de la eutanasia resulta, además, contraria al artículo 15 de la Constitución Española, el que defiende la integridad de la persona.
Serrano lamentó también en su intervención las presiones o coacciones psicológicas que no se tienen en cuenta al plantear la eutanasia y defendió -como alternativa- que «cuidar es una obligación moral de los sanitarios y las familias». Su ponencia respondía al título de las jornadas que la ACdP celebra este fin de semana en la capital aragonesa, La eutanasia bajo el pensamiento políticamente correcto.
La primera de las dos sesiones de este evento contó con la participación del profesor de la Universidad CEU San Pablo, Alberto Bárcena, quién realizó un recorrido histórico y social del concepto de corrección política. «Se ha convertido -insistió- en una censura que limita libertades como la de expresión, cátedra o pensamiento».
Bárcena -que estuvo presentado por la Delegada Episcopal de Apostolado Seglar de la Archidiócesis de Zaragoza, Mª José Sánchez-, cargó contra «la mordaza» que se impone automáticamente a quien se salga del margen. «Si estás en contra de los postulados del progresismo, quedas fuera del marco… pero no, no es progresista atacar a la vida ni a la familia», destacó el profesor.
Antes de las dos ponencias, el arzobispo de Zaragoza, Carlos Manuel Escribano, abrió la presentación de las Jornadas dibujando el marco para hablar de la eutanasia: «Debemos defender a los más débiles, conforme a la doctrina social de la Iglesia», pidió. También intervinieron el secretario del centro de la ACdP de Zaragoza, Ramón Fernández, y el presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, que recordó que «hay enfermos incurables, pero no enfermos incuidables».
El presidente de la ACdP realizó un llamamiento al Estado para que desarrolle un sistema de paliativos. «Apostar por la eutanasia es caer en una cultura en la que se ve al enfermo como una carga; nosotros reclamamos la inversión en paliativos como alternativa al sufrimiento», señaló.