Dos son los grandes motores que nos mueven en la vida: el amor y la esperanza. (Ángel Herrera Oria)
20 de septiembre de 2024
«Un hombre ejemplar, que fue mi gran referente político»: con estas palabras definió el ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, al que fue su antecesor en el cargo, José Luis Álvarez, durante el acto homenaje que la Asociación Católica de Propagandistas rindió este jueves a esta destacada figura de la Transición.
Ministro de la UCD en los Gobiernos de Adolfo Suárez y de Calvo-Sotelo, posteriormente diputado al Congreso, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y miembro fundador del Grupo Tácito -germen del Partido Popular-, Álvarez “desarrolló una política que hoy se echa en falta, basada en el respeto al adversario, sin ofender a quien pensaba diferente y en dialogo permanente con los demás, pero sin renunciar nunca a sus profundas convicciones”, como destacó el ex regidor matritense.
Álvarez del Manzano recordó algunos detalles poco conocidos de la vida de José Luis Álvarez, como su empeño por “reducir la desigualdad entre los barrios de Madrid”, la recuperación de espacios verdes y, sobre todo, su triunfo frustrado en las elecciones que terminarían por dar la alcaldía al socialista Tierno Galván. “José Luis reunió al mejor equipo político que ha tenido la política española en los últimos tiempos”, afirmó Álvarez del Manzano. Sin embargo, “aunque ganamos las elecciones, el primer pacto social-comunista que se hizo en España provocó que no pudiera gobernar porque se unieron Ramón Tamames y Tierno Galván”.
Cualidades morales nacidas de la fe
El acto, que fue organizado por el Centro de Documentación, Investigación y Formación de la ACdP (CEDINFOR), contó con la presencia de numerosas personalidades, como María San Gil, Jaime Mayor Oreja, Pedro Núñez Morgades, Marcelino Oreja, Luis Peral, o la viuda de Álvarez, Mercedes Royo-Villanova, entre otros.
La nota más emotiva corrió a cargo de Segismundo Álvarez Royo-Villanova, hijo del político. En representación de la viuda, de los hijos y de los nietos, el también presidente de la Fundación Hay Derecho remarcó cómo en las extraordinarias cualidades intelectuales, profesionales y políticas de su padre “se proyectaban sus cualidades morales, que nacían de su fe”. Y desveló cómo “todos sus hijos recordamos cómo decía que su felicidad en la vida nacía de haber acertado en dos elecciones: su mujer y su profesión como notario”.
También el presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, se refirió a Álvarez como “una figura histórica” y “un ejemplo de lo que debía ser un propagandista”, singularmente por la vivencia de la fe, por su notable desempeño profesional y por su “gran capacidad de entrega para tomar parte en el servicio público”.
Ejemplo de política “sin puertas giratorias”
El ex ministro de Educación con la UCD Juan Antonio Ortega, miembro en su momento del grupo Tácito, destacó cómo el ejemplo de Álvarez supone una enmienda a los intentos actuales por mostrar la Transición como “una ensoñación colectiva que nunca pasó”. “José Luis fue un político singular, que no fue ni mandón, ni intrigante, ni trepa, ni oportunista, ni un profeta, ni un visionario, sino un hombre con los pies en la tierra” y una profunda vocación de servicio, remarcó.
En la misma línea apuntó el periodista y ex Gobernador civil de Ávila y de Santander, Emilio Contreras, al definir a José Luis Álvarez como “uno de los miembros más destacados del Grupo Tácito” y exponente, por sus cualidades, “de una clase dirigente que tuvo la inteligencia, el patriotismo y la generosidad suficientes para hacer que pasásemos de la dictadura a la democracia en menos de un año”.
También Antonio Huerta, notario y amigo personal de la familia Álvarez, recalcó que su biografía jurídica lo convirtió en “un hombre verdaderamente excepcional”, que llegó a ser en su momento “el notario más joven de la historia de España, con 23 años” y que, al reintegrarse en la carrera notarial tras su experiencia política “lo hizo sin ningún tipo de puertas giratorias”.
Un hombre de cultura
Más allá de su dimensión política y jurídica, José Luis Álvarez fue “un hombre de cultura, que es algo más que un señor culto”, tal y como lo describió el vicepresidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Alfredo Pérez de Armiñán, de la que el homenajeado fue miembro. Así, Pérez de Armiñán recordó cómo “José Luis hizo cultura, sin abandonar su actividad política y sin que la política contaminase su visión de la vida cultural, tan íntegra desde el punto de vista moral”, remarcó.
Y desveló cómo Álvarez fue “el verdadero autor de la Ley de Patrimonio, que aprobaría después el parlamento de mayoría socialista en 1985”, además de otras acciones, algunas muy novedosas en su época, como su implicación en la firma de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1978, los primeros catálogos de edificios históricos, la creación de la fundación de la Real Fábrica de Tapices para salvarla de la ruina, e incluso el ordenamiento del patrimonio de los países europeos que habían estado bajo el dominio soviético.
El acto homenaje fue precedido por la firma de un acuerdo para entregar el rico archivo personal de Álvarez al CEDINFOR, cuyo director, Pablo Sánchez Garrido, destacó “su enorme valor histórico para conocer la España de la Transición”.