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Defender las vidas más vulnerables se pone más difícil cada día. Desde el Gobierno se impulsa una campaña de acoso y derribo contra quienes se oponen al aborto: ahora apunta a los médicos objetores de conciencia -que son un “obstáculo”, dice la ministra- y a los idealistas que rezan pacíficamente frente a las clínicas abortistas, que se enfrentarán a penas de cárcel en un futuro próximo.

Para Carmen Fernández de la Cigoña, todo esto es una locura: “es el mundo al revés”, asegura. La directora del Instituto de Estudios de la Familia CEU es una de las voces más autorizadas para tratar el tema, y se sienta en el sillón de ‘El Efecto Avestruz’ con una petición de lo más osado y temerario: recuperar el sentido común.