María San Gil avisa de que «hay brotes verdes» en estos «tiempos complicados»
19 de abril de 2024
Artículos de Jesús Cabrera y Rafael González en LaVozDeCórdoba.es
La directora del Observatorio CEU de Víctimas del Terrorismo, María San Gil, ha sido la encargada de abrir las XIII Jornadas Católicos y Vida Pública que organiza el Centro de Córdoba de la ACdP. En su intervención, titulada ‘Evangelizar: la hora de los laicos’, que ha sido presentada por Luis Martín Luna, ha dibujado un panorama de la sociedad actual en el que Dios está excluido. «Nos tocan tiempos complicados», ha afirmado, pero ha continuación ha mostrado su optimismo porque «hay brotes verdes, hay síntomas de que estamos despertando» porque los laicos se están organizando en movimientos de diverso tipo que están dando testimonio en su entorno.
San Gil ha puesto como ejemplo a la ACdP, de la que ha dicho que el diario digital El Debate «es una bocanada de oxígeno magnífica», pero también ha añadido en esta nómina a otras realidades eclesiales más recientes, como Emaús, Effetá, Amor Conyugal o Hakuna, entre otros, que los ha calificado como «motivos de esperanza».
Pese a esto no hay que olvidar el momento actual en el que «tenemos una cultura de la muerte y las cosas, por muy duras que sean, hay que llamarlas por su nombre». Esta es la razón por la que la conferenciante ha apelado al auditorio a dar testimonio, cada uno en su entorno, porque «hemos apartado a Dios de nuestra vida, como si no existiera» lo que hace que «no podamos vivir sin el sentido trascendente de la vida».
Dentro de ese retrato de la sociedad de nuestros días, San Gil ha criticado que se haya renunciado «a la defensa de la fe católica por no incordiar, por no molestar», por lo que ha invitado a «alzar la voz», ya que «la fe la tenemos que defender».
Sin comodidad ni pesimismo
La tarea no es fácil. Como ejemplo ha puesto la frase del padre Ayala de que «tenemos que rechazar cualquier posición de comodidad y pesimismo». Aquí ha defendido la labor en la que hay que insistir frente a la inversión de la pirámide de valores, porque «aunque estemos amortizados detrás van nuestros hijos y nuestros nietos». María San Gil, como testigo de los hechos, ha radiografiado la situación vivida en el País Vasco durante los «años de plomo», cuando los párrocos se negaban a oficiar en sus templos los funerales por los asesinados por ETA. Desde el público se le ha preguntado si la Iglesia tiene que pedir perdón por este comportamiento, a lo que ha respondido que aquellos sacerdotes «eran más políticos que curas», que en aquel momento fue a hablar con el obispo Setién pero «no me sentí acogida». «Como Dios hace bien las cosas, luego vino Munilla y pidió perdón», ha añadido.
Unas jornadas «cada vez más necesarias»
En el acto de apertura de las XIII Jornadas Católicos y Vida Pública de la ACdP, que hasta hoy se celebran en el centro cultural ‘José Luis García Palacios’ de la Fundación Caja Rural del Sur, la secretaria general de la ACdP, Carmen Fernández de la Cigoña, ha destacado que «estas jornadas son cada vez más necesarias», porque también tienen una componente didáctica para «buscar lugares y ámbitos donde el católico actúe como tal y deje oír esa voz católica en todos los ámbitos».
En esta inauguración también ha participado el vicario general de la Diócesis, Jesús Daniel Alonso, ha aplaudido la celebración de estas jornadas porque «nos dicen que la ACdP está haciendo lo que tiene que hacer: católicos que hacen propaganda de la fe, como con esas campañas de publicidad, tan llamativas pero también tan respetuosas».
Por parte del centro de Córdoba de la ACdP, su secretario, Antonio Muñoz, ha dado la bienvenida tanto a los participantes como al público asistente a las jornadas y ha pedido que todos «se sientan acogidos» en las mismas.
«Podemos transformar la sociedad si nos apoyamos en Dios»
La segunda entrevista -coloquio de las XIII Jornadas de Católicos y Vida Pública en Córdoba, organizadas por la ACdP, se ha centrado en la evangelización y los medios de comunicación, y para ello ha contado con dos periodistas, Jaume Vives y José Antonio Méndez, que han puesto el acento en el carácter transformador del « mensaje radical» que supone anunciar al Señor y ser fieles a lo que «por el bautismo estamos obligados».Los periodistas han sido presentados por el canónigo portavoz del Cabildo Catedral de Córdoba y párroco de la Trinidad, José Juan Jiménez Güeto, que ha hablado de la necesidad de conocer las herramientas comunicativas para que sean empleadas en la evangelización, tema central de las jornadas que han comenzado hoy en la capital cordobesa. El sacerdote ha señalado a los medios como «un referente en la acción evangelizadora» y no solo a los medios tradicionales, sino a todo lo que supone hoy el ámbito digital.
«Podemos transformar la sociedad si nos apoyamos en Dios. Se trata de utilizar las herramientas comunicativas para dar a conocer este mensaje», ha señalado José Antonio Méndez que comenzó su intervención con la mejor noticia que un periodista puede dar, «Anunciar la resurrección de Cristo».
Esto, que debe resultar evidente y cierto para los cristianos, no es precisamente un tema que forme parte de la agenda informativa o de entretenimiento de los medios, por lo que Méndez apela al «cuerpo a cuerpo» en el ámbito social más inmediato y también en el digital. «Nuestra herramienta es la difusión masiva en las redes sociales», ese otro campo que se muestra como reto para «hablar del Señor» frente a la mayoría de contenidos que proliferan en la actualidad.Jaume Vives ha sido más directo en cuanto al papel que los periodistas católicos deben tener en la labor evangelizadora a la que están «obligados» desde el sacramento del bautismo. «No hacerlo es egoísmo», ha dicho Vives, que ha recordado que «nuestro objetivo no es la felicidad sino el Cielo y no vamos a llegar a él a través de un camino de rosas», en referencia a lo difícil e incómodo que es mostrarse católico y actuar en consecuencia. Una dificultad consustancial con el propio cristianismo: «Siempre vamos a estar perseguidos». Propone Vives que «miremos a los santos» para llevar el mensaje sin pretender ser «originales y rompedores» y advierte que el problema reside en «querer hablar de Dios pero que el mundo nos acepte. Así se da un mensaje nefasto», apuntando de esta manera a lo que el periodista y director de la revista La Antorcha entiende como una adaptación suave de la verdad, siempre radical, del Evangelio. «No se puede maquillar al Señor, sino mostrar a Dios como es», sostiene Vives.
En este sentido José Antonio Méndez ha reconocido que «la información religiosa está denostada por el mero ejercicio que los propios periodistas hemos hecho de ella», y ha advertido del peligro que supone el periodismo «de trincheras» en vez de trabajar en una información veraz para «contar la verdad».
Ambos han coincidido en la dificultad que supone informar hoy, en una sociedad secularizada, no solo con espíritu evangelizador sino basado en valores. «Hay que pagar el precio de ser el raro, de violentar a los demás», ha dicho Jaume Vives. «Es necesario que haya un grupo de personas dispuestas a llamar a las cosas por su nombre», ha concluido José Antonio Méndez.