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El propagandista y catedrático de Periodismo de la Universidad San Pablo CEU, José Francisco Serrano Oceja, pronunció el pasado lunes una conferencia en el Centro de Toledo de la ACdP titulada ‘La vocación del propagandista al servicio de la Iglesia y la sociedad’. Serrano Oceja señaló que “el Papa Francisco nos está recordando a los propagandistas que no perdamos el amor primero”.

El también periodista destacó algunas de las ideas del libro de José Luis Gutiérrez, ‘Memoria histórica de la Asociación’, sobre todo en lo referido a que “el Padre Ángel Ayala no limitó su capacidad de iniciativa a la acción. Le preocupaba sobremanera la necesaria vida espiritual intensa de sus propagandistas. A la asidua práctica de los Ejercicios ignacianos debían añadirse el asesoramiento y la vigilancia de directores espirituales adecuados. Y para ello se estableció la figura del consiliario sacerdotal, al que se dotaba de las funciones y de las competencias espirituales correspondientes”.

Serrano Oceja desglosó dos niveles de la comunicación de la fe: “¿Cómo hacer que la propuesta cristiana sea relevante para los demás a nivel social? ¿Cómo hacer que lo que configura nuestra vida sea relevante para quienes están en nuestro círculo de relación?

Además, apuntó que el esfuerzo testimonial de la novedad cristiana en la historia “pasa algo parecido como con la libertad. Cada generación piensa que las conquistas sobre la libertad son acumulativas, que no se va a perder. Sin embargo, la historia enseña lo contrario. Cada generación es responsable de asentar la libertad en su tiempo. Cada generación de cristianos es responsable de la novedad del Evangelio, de la capacidad de novedad del Evangelio en su momento. 

La propuesta de la novedad significa reciclar permanentemente los marcos mentales que determinan nuestra manera de comprender el mundo y de actuar en él, que nos permiten generalizar y realizar abstracciones que podemos aplicar a otras situaciones” concluyó.