4 de diciembre. LA MULA Y EL BUEY

La Virgen María y San José llegaron hasta Belén sobre una mula y se alojaron en un pesebre donde el buey daba calor y protegía al recién nacido. Según la tradición, la mula representa al hombre y la humildad de este como elemento de pobreza y valentía como semillas de paz y el buey el calor y la protección.

Todos los seres vivos son criaturas de Dios y están al servicio de la voluntad divina en cualquiera de sus propósitos.

Esta humildad y servicio, así como este calor y protección es lo que el Señor espera encontrar en nuestros corazones, que son su pesebre, para poder nacer.