PEREZ DE AYALA Y VACAS, Mariano. Bollullos del Condado, Huelva, 30-8-1899; Sevilla, 7-3-1981. Político. Abogado. Empresario Agrícola.
Cursó el Bachillerato en el Colegio de los Jesuitas en Sevilla, llegando a ser nombrado dos años Príncipe del Colegio, máximo reconocimiento que se otorgaba entonces en los colegios de la Compañía al alumno más destacado por su aprovechamiento escolar y ejemplar conducta. Cursó tres años de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto, desde la que pasa a la Universidad Central en Madrid, donde obtuvo la Licenciatura en el año 1919. Fue en los años de sus estudios en Deusto, cuando mantuvo sus primeros contactos con la ACNdP, en la que se integró como socio al pasar a estudiar en Madrid. En su época de estudiante en Madrid y aún antes de finalizar sus estudios de Derecho, en 1918 ocupa su primer cargo público al encargarse de la secretaría particular del Director General de Agricultura Antonio Monedero, dentro del Ministerio de Fomento, en uno de los gobiernos de Antonio Maura. Debido a esta circunstancia conoció de primera mano y participó activamente en la iniciativa puesta en marcha en la provincia de Valladolid por el jesuita Padre Nevado y apoyada por la Dirección General de Agricultura, consistente en las adquisiciones de grandes fincas que eran luego parceladas y entregadas a trabajadores del campo que pasaban a convertirse en propietarios agrícolas. Esta misma experiencia la vivirá unos años más tarde en su villa natal de Bollullos del Condado, cuando su padre Francisco Pérez y Vacas, presidente del Sindicato Agrario Católico pone en marcha la adquisición de tres grandes dehesas existentes en el término municipal que fueron roturadas, parceladas y entregadas a 835 pequeños propietarios, siendo ésta una de las escasas iniciativas llevadas a cabo de reforma agraria en Andalucía, inspiradas por el sindicalismo católico.
En 1923, vuelto a su tierra natal, contrajo matrimonio con Carmen Moreno-Santamaría y García de Vinuesa, de cuya unión nacieron diez hijos. En 1924, al cumplir la edad mínima requerida legalmente entonces de 25 años fue nombrado Alcalde de Bollullos del Condado, cargo que ocuparía hasta 1932. Fue delegado de Acción Popular de la provincia de Huelva y miembro de la dirección regional, encargado de la Secretaría de Acción Social.
En 1933 obtuvo el número tres en las oposiciones al cuerpo de Inspectores de Trabajo y traslada su residencia a Sevilla, integrándose en la dirección de Acción Popular en dicha ciudad. En 1935 fue nombrado Delegado Provincial de Trabajo en la provincia de Sevilla, cargo que desempeñó hasta marzo de 1936 en que fue cesado por gobierno del Frente Popular. A comienzos de la Guerra Civil en Sevilla fue encargado de poner en marcha el primer Tribunal de Trabajo, origen de las Magistraturas, reglamentando su funcionamiento. En 1938, fue nombrado Jefe de l Servicio de Jurisdicción del Trabajo, dentro del Ministerio de Organización y Acción Sindical y en 1939, Director General de Trabajo, cargo que ocupó hasta fines de 1941. En 1942 pasó a fijar su residencia definitivamente en Sevilla y comenzó una destacada labor como empresario agrícola , teniendo una activa participación, en unión de otros destacados empresarios, en la puesta en valor y explotación de las Marismas del Guadalquivir.
A mitad de la década de los años 40 fue nombrado Presidente de la Acción Católica en Sevilla, cargo que ocupó hasta su nombramiento como Alcalde de la ciudad. En 1953, en virtud de dicho cargo se convirtió en persona de máxima confianza del entonces Arzobispo coadjutor de Sevilla y futuro Cardenal José María Bueno Monreal, en los difíciles años de la sucesión en la sede metropolitana de Sevilla del Cardenal Segura. Desde entonces guardó una estrecha amistad con el Cardenal, que le confió distintas tareas a lo largo de su vida. En 1954, el Cardenal Bueno Monreal lo propuso para presidir el Consejo de Administración del Real Patronato de Casas Baratas, cargo que ocupó de 1954 a 1959 y desde 1963, fecha en la que dejó de ser Alcalde de Sevilla. Propició una activa política de construcción de viviendas sociales, de la que nacieron entre otras las barriadas sevillanas de Los Pajaritos, La Candelaria, Pio XII, El Carmen y zonas de Torreblanca, dando así respuesta al gravísimo problema de la infravivienda y el chabolismo que azotaba Sevilla desde el final de la Guerra Civil. De 1959 a 1963, ocupó la Alcaldía de Sevilla, destacando su labor en la construcción de viviendas, obras relacionada s con la solución del abastecimiento de aguas y la creación de la empresa municipal de aguas, el transporte urbano, la protección contra las riadas y avenidas del Guadalquivir, pues no en vano le tocó sufrir como Alcalde la última y más devastadora riada de noviembre de 1961 y la planificación urbanística con la elaboración del Plan General.
Al dejar la Alcaldía, reanuda su labor como empresario, al tiempo que se vuelve a ocupar del Patronato de Casas Baratas. Fue también en varias ocasiones Secretario del Centro de Sevilla de la ACNdP y miembro del Consejo de Administración de la Editorial Católica y de la empresa editora de El Correo de Andalucía. Estaba en posesión de varias condecoraciones y reconocimientos, destacando las dos que particularmente más apreciaba: la Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla y la Cruz “ProEcclesia et Pontífice”, que le había entregado el Papa Juan XXIII.
Hombre de profundas convicciones religiosas y gran sentido de la responsabilidad en todas sus tareas, su timidez le hacía aparecer a veces como poco locuaz o reservado, pero todos cuantos le trataron recuerdan de él su rectitud, ecuanimidad y sentido de la justicia. “Mariano”, puesto que durante muchos años enSevilla no hacía falta mencionar su apellido, estaba revestido de esa cualidad tan apreciada en quienes ejercen alguna responsabilidad que fue la autoritas, basada en sus propias virtudes personales y morales y la coherencia que siempre mantuvo entre sus ideas y valores y su actuación tanto pública como privada.
Mariano PÉREZ DE AYALA CONRADI