NEGRO, Francisco. Fallecido en Madrid, 25.III.1928.
«La Asociación llora hoy con íntimo y sincero pesar, del que nos hacemos fieles intérpretes, la pérdida de uno de sus miembros, Francisco Negro, que entregó su alma a Dios de manera ejemplar el 25 del pasado. Desde hace tiempo padecía una dolencia, sobrellevada con cristiana resignación, que le obligó a someterse a difíciles y dolorosas intervenciones quirúrgicas.
El día 18 de marzo hizo su vida ordinaria. Terminado el almuerzo, en vez de permanecer de sobremesa, como solía, con sus compañeros de pensión, se retiró a su cuarto, por no encontrarse bien. Momentos después les dijo con absoluta serenidad a los amigos que habían acudido a informarse del estado de su que acababa de reconocerse síntomas de meningitis. Se daba exacta cuenta del inminente peligro en que se hallaba y les rogó que avisaran a su madre y que le llevaran un sacerdote de la parroquia. Aquella misma tarde acudió el P. Alarcón, S.J., llamado con urgencia, con quien confesó, y poco después recibió con gran fervor el Santo Viático, que le llevó un sacerdote de la parroquia de San José. Al edificante acto estuvieron presentes el presidente de la Asociación don Ángel Herrera, y los propagandistas señores Valiente, Martín Artajo (don Alberto), López (don Alfredo), Martín-Sánchez (don Fernando), Palma, González Ruiz (don Nicolás), Alarcón (don J.M.), y otros muchos. El enfermo, que conservó en todo momento su lucidez de espíritu, se calmó bastante después de recibir la comunión y pudo descansar a ratos; pero por la noche se acentuó la gravedad y hubo precisión de aplicarle inyecciones de morfina para hacer más soportables los horribles dolores que le martirizaban.
Al día siguiente, festividad de San José, los propagandistas dispusieron todo lo necesario para el traslado del enfermo al Sanatorio del doctor Tapia, donde quedó instalado, en efecto. Los facultativos le desahuciaron desde los primeros instantes.
A partir de este momento, los miembros de la Asociación acompañaron continuamente a Negro, prodigándole todo género de consuelos. La agonía, iniciada, el día 24, fue larga y penosa. La última noche velaron al enfermo los señores Herrera y Valiente. Los médicos creyeron que el paciente viviría aún doce horas, pero a las ocho del día 25, domingo, el enfermo exhaló el postrer suspiro.
Francisco Negro era por sus virtudes y vasta cultura un modelo de jóvenes, que supo granjearse el afecto y la estimación de cuantos le trataron, y muy especialmente de sus compañeros de la Asociación, de los que era queridísimo. Intervino activamente en numerosas campañas de propaganda católica, fue el fundador de la Federación de Estudiantes Católicos de Alicante y de la Juventud Católica de la Concepción y ocupó un puesto en la Confederación de Estudiantes Católicos de España.
Descanse en paz el malogrado compañero, que, pensando piadosamente, estará gozando ya de la eterna bienaventuranza, y reciban sus padres, hermana y demás familia el testimonio de nuestra condolencia.
El cadáver de Francisco Negro recibió tierra cristiana en el cementero de la Almudena. Presidieron el duelo el presidente de la Asociación, señor Herrera Oria, con el padre del finado y el señor Palma, y formaron en el cortejo fúnebre muchos estudiantes, especialmente alicantinos; una representación de los Hermanos Maristas y los señores Algara, Alarcón, Asín, Alegría, Barón de Benasque, Carreño, Castresana, Campo, Dotves, Diamante, Eguía, Gil Robles, García Roméu, Herrero, Luis Díaz (R[afael] y F[rancisco], La Rubia, Llanos, Mantilla, Mauri, Martín Lázaro, Martín Artajo (A[lberto] y J[avier]), Martín-Sánchez (F[ernando] y J[osé]), Moreno Ortega (F. u A.), Poveda, Pajarón, Pérez Salsera, Prieto, Rodríguez Soler, Santiago, Siso, Solana, Soler, Tena, Zulueta y Valiente.
Por el eterno descanso del alma del finado se hicieron en la parroquia de la Concepción sufragios, costeados por la Junta central de la Juventud Católica, por la Junta Suprema de la Confederación de Estudiantes Católicos y por el Centro parroquial de la Juventud Católica de la Concepción».
[Transcripción de la necrológica publicada en el Boletín de la A.C.N. de P.]
FUENTES: A.C.N.de P., 51 (5.IV.1928), pág. 4.
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