GONZÁLEZ PÁRAMO, José Manuel. Lugo, 5.XI.1927 – Madrid, 28.III.2009. Sociólogo y jurista.
Cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y más tarde la de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales en la Universidad Complutense. En 1964 se doctoró en Derecho con una tesis sobre la Política social en la empresa, dirigida por Gaspar Bayón Chacón y calificada con la máxima nota por un tribunal integrado por José Mª Naharro Mora, Jesús Rubio-García Mina y Manuel Alonso Olea. Realizó estudios complementarios de psicología social e industrial, diplomándose en Psicología por el Instituto León XIII de la Universidad Pontificia de Salamanca, en la que fue profesor de sociología. Antes lo había sido también de Política social, como Ayudante de la cátedra de Federico Rodríguez Rodríguez , en donde se reunieron durante algo más de una década, hasta finales de los años 60 un grupo de jóvenes universitarios preocupados por la Política social como campo de estudio y acción, entre otros: Manuel Moix Martínez [1928], Luis Buceta Facorro, Antonio Sáenz de Miera [1935] o Marino Díaz Guerra. En los años 80 terminó su carrera docente como Profesor Agregado interino explicando un programa de Sociología industrial en la Facultad de Ciencias Económicas. Había desempeñado también sendos encargos de cátedra en la Escuela de Sociología de la Universidad Complutense (Estructura social de España), antes de la fundación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, y en el Instituto Luis Vives de la Universidad Autónoma de Madrid (Sociología de la empresa).
Sus primeras colaboraciones en revistas científicas son las recensiones publicadas en la Revista de Política social y Moneda y crédito. Escribió también en revistas como Fomento social, Documentación administrativa, Revista de Trabajo, Anales del Centro de Estudios del Valle de los Caídos. No obstante, sus estudios más interesantes aparecieron en Arbor, nº 63, enero de 1966 (“¿Es posible la profecía económica y social?”) y en la Revista Internacional de Sociología (RSI): “El Brainstorming en la planteamiento de una reforma de las estructuras de la empresa”, RSI 26/103 -104, 1968; “Sociología industrial: aportación de Max Weber”, RSI, 3 7/29, 1979; y “Marx y la sociología industrial”, RSI, 42/50, 1984. En estas páginas, así como en las traducciones de la Doctrina de la empresa (1970), de Philippe de Woot, y Sociología industrial (1976), de Wolfram Burisch, se quedó su vocación frustrada a una cátedra de sociología industrial, norte de su cursus honorum , en el que se registran las Becas Ramón y Cajal y Juan March y diversos estipendios del Gobierno italiano, así como el Premio Fayol y varios viajes de estudio a Alemania, Austria, Suiza, Francia e Italia que acrecieron su conocimiento de la empresa contemporánea.
Como sociólogo, González Páramo fue coautor de una Introducción a la sociología , editada en 1975 por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Para esta institución, como Director del Servicio de Estudios Sociológicos, cuidó durante casi 15 años, entre marzo de 1973 y junio de 1986, de la revista Comentario sociológico, dedicado al estudio de la estructura social de España. Fuera de los contornos de la sociología publicó una Introducción a las Cajas de Ahorros (1971 y 1977 2ª) y una Política de prensa: dialéctica de la empresa periodística (1972) con un prólogo de Alberto Martín Artajo.
González Páramo intervino en la fundación de Alianza Popular, partido al que pasó, con Manuel Fraga, desde Reforma Democrática. Fue Presidente provincial del partido en Madrid y Vicesecretario Nacional de Programas, aunque nunca obtuvo acta de diputado. Ostentó la Grandes Cruces de Alfonso X el Sabio y de San Raimundo de Peñafort. Miembro del Instituto de Estudios Políticos y académico correspondiente de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, perteneció también al Verein für Socialpolitik , la más antigua institución (fundada en 1873) entre las dedicadas al estudio de la Política social.
Democristiano de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, en la que causó alta el 14 de mayo de 1953. Casado con Elena Martínez -Murillo, fue padre de 10 hijos. Murió en Madrid el 28 de marzo de 2009.
En el liderazgo en la empresa y su cultura, la comunicación social y la organización industrial se encuentra la suma de sus preocupaciones intelectuales y prácticas o profesionales. Sin perjuicio de lo cual es necesario resaltar la centralidad de su teoría de la contribución de la empresa a la reforma social, desarrolla en su tesis doctoral, publicada en 1966 en dos tomos con un prólogo de su mentor Federico Rodríguez: La empresa y la Política social (t. I: Análisis interdisciplinar del conflicto; t. II: La reforma: el poder y el futuro). Notas de esa misma concepción doctrinaria, en el contexto más amplio de una exposición escolar, se apuntan también en las páginas de unos Esquemas de Política social (1967), de circulación muy limitada , o en su artículo “Los agentes de la Política social” (Boletín de Estudios Económicos de Deusto, nº 64, 1965).
La empresa constituye, según González Páramo, una pieza básica de la organización social. La reforma adaptativa de la misma no consiente una intervención legislativa movida por principios abstractos. Más eficaz que su reforma por decreto es la política fiscal o la reforma del sistema educativo. Se recalca así, indirectamente, el aspecto personal de la empresa como elemento sustantivo, pues toda empresa se constituye, más que por una forma o fórmula jurídica por la unión de hombres, por su capital humano. El primer capítulo de La empresa y la Política social contiene un completísimo resumen de la historia de la formación de los contenidos de la Política social (moralización de la economía, relación entre clases, política de la sociedad, recristianización de las clases populares, perfección del ser humano), proceso de algo más de un siglo que, como bien dice el autor, no se corresponde con la historia del término. No hay autor relevante, alemán o español que no se mencione en esas páginas, de las que trasmina la idea convicta de que la Política social es todavía una “ciencia en formación”. Ofrece de ella una definición operativa y normativa: “ciencia y arte que pretende realizar el bien común a cualquier nivel en cuanto este depende de la justicia social, entendida como justifica orgánica e institucional o de los grupos, o, dicho de otro modo más comprensivo, como ordenación de la sociedad con vistas al despliegue integral de la persona a través de un contexto general idóneo que debe promover y, por supuesto, a través de las comunidades en que se halla inserta”. Ahora bien, la Política social se despliega en tres sectores: la política de rentas, la política cultural y la política de participación. Esta última hace referencia a las responsabilidades del ser humano en la “red institucional”. Menciona González Páramo la familia, las distintas asociaciones privadas y corporaciones públicas (entes locales), pero también la empresa, objeto particular de su estudio. La conceptualización de la empresa (en sus sentidos psico- social, jurídico, económico, sociológico y ético), la exposición de su desarrollo histórico y la elaboración de una tipología completa n el contenido del primero tomo. El segundo, que trata de las relaciones de la empresa con la política y apunta algunas conjeturas sobre su evolución futura, abarca mayormente una revisión de las distintas instituciones utilizadas en la empresa para contribuir a la reforma social: política salarial, seguridad social, relaciones humanas (órganos de colaboración y negociación colectiva) y racionalización de la productividad.
González Páramo tuvo también una discreta contribución, como escritor político, a la constelación de ideas que sirvió, en la década de los 70, a la constitucionalización del franquismo, proceso conocido inicialmente como “Desarrollo político” y finalmente como “Transición política”. La revolución legal articulada por la octava Ley fundamental, la constitución puente de 1977 (Ley para la Reforma política) necesitó de una alta ingeniería habilitadora de un acuerdo sobre los aspectos básicos de la convivencia. Así es como entendía el “consenso” González Páramo, al que dedicó varios estudios: Consensus y política (1972); “Estrategia para el consenso”, RSI, 31/5 -6, 1973; “Relación del consenso con la sobrevivencia de los regímenes democráticos”, Revista de Estudios Políticos, nº 195 -196, 1974; “Estrategia para el consenso político”, publicado en el tercer volumen, dedicado a El Estado y la política, de la obra La España de los años 70 (1974), dirigida por Manuel Fraga, Juan Velarde y Salustiano del Campo. Anticipo, todos ellos, de su libro político más importante: Conflicto, estrategia, política (1975). El consenso, instrumento de planificación política en manos de la elite del poder, se aplica sobre una “constelación semoviente de consentidores posibles”. Su objetivo último, “encontrar lo fundamental ”, “no es una cuestión generacional de victoria, por gloriosa que sea, sino una cuestión objetiva, convenible, dialogable, escrutable, digna de investigación y pulcritud metodológica, para encontrar esa verdad operativa en que ha de fundarse·”.
Jerónimo MOLINA CANO