CREMADES ROYO, Juan Antonio. Zaragoza, 10.VI.1910 – Zaragoza, 26.XII.1992. Abogado. Diputado a Cortes. Gobernador civil de Lérida. Procurador de Cortes.
Hijo de Juan Cremades Suñol, general de División y gobernador militar de Zaragoza, y Josefina Royo Durán, cursó sus primeros estudios en el colegio El Salvador, de la Compañía de Jesús, en la capital aragonesa. Se licenció en Derecho en la Universidad de Zaragoza, en la que sería profesor auxiliar de Derecho Penal durante dos cursos. Fue abogado en ejercicio desde 1929, incorporándose en los colegios de Zaragoza, Huesca, Teruel y Madrid. Con inquietudes políticas ya desde el comienzo de la República, fue apuñalado al finalizar un mitin. Desde 1934 ejerció en el despacho zaragozano de Emilio Laguna Azorín, comenzando a dirigir aquel mismo año las juventudes de Acción Popular Agraria Aragonesa, integradas en la CEDA, siendo elegido diputado a Cortes en las elecciones de febrero de 1936. Le correspondió, por ser el diputado más joven, ser secretario de la Mesa de edad. Al estallar la Guerra civil se alistó como voluntario de Infantería en el cuartel de Castillejos, participando en combates en el Regimiento de Infantería Gerona nº 22.
Miembro de la Obra Social de la Falange y con excelentes relaciones con Ramón Serrano Suñer, fue nombrado gobernador civil de Lérida, cargo que desempeñó entre enero de 1939 y abril de 1943. En mayo del mismo año fue nombrado secretario de la Junta provincial del servicio de libertad vigilada, dependiente del ministerio de Justicia. A su regreso a Zaragoza se presentó a las oposiciones a secretarios de las Cámaras de la Propiedad Urbana, donde obtuvo el número 2, tras el también propagandista Carlos Adriansens y Ducasse. Posteriormente sería, también por oposición, letrado asesor de la Diputación provincial. Fue gerente del Polo de Desarrollo Industrial de Zaragoza, así como secretario general, y posteriormente consejero delegado, de Eléctricas Reunidas de Zaragoza. De profundo espíritu aragonés, presidió La Cadiera y en 1948 fundó la asociación cultural La silla, que unía el espíritu católico tradicional y el Caliu Ilerdenc, impulsor del leridanismo.
Procedente de las Congregaciones Marianas, José María Cremades Royo ingresó en el Centro de Zaragoza de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas el 10 de junio de 1930, pasando a la condición de socio aspirante en 1931. Se le impondría la insignia y haría la promesa en la misma ciudad el 30 de junio de 1940. El boletín de la Asociación del 20 de noviembre de 1930 consignó su nombre por primera vez, anunciando en la programación de los círculos de estudios su intervención con una ponencia dedicada al anarquismo. La sección de noticias de ACNdP volvería a mencionarle con orgullo el mismo mes de 1932: «Nuestro compañero Juan Antonio Cremades ha estado pensionado por la Universidad de Zaragoza en los cursos de verano de la Academia Internacional de Derecho de La Haya». Fueron frecuentes sus contribuciones a los círculos de estudio en el lustro siguiente, en aquellos años previos a la guerra. En 1935, el centro de Zaragoza dedicaba los temas de estudio de las reuniones a «Orientaciones corporativistas». Cremades aportó su ponencia «Enemigos de la enseñanza cristiana; escuela neutra y laica; escuela única». En el boletín de la Asociación se mencionaría años más tarde que organizó, ya como secretario de centro, cursillos como «El pensamiento pontificio», este último bajo los auspicios del Colegio de Abogados de la capital zaragozana.
Entre sus apostolados, los vividos en Acción Católica, en la que se integró precisamente en la etapa de expansión que vivía desde su creación la rama de hombres, cuando en las asambleas nacionales posteriores a la guerra civil se insistía en la presencia activa de sus miembros. Se centró en una de sus obras, la Confederación Nacional de Padres de Familia, con objetivos como el fomento de la participación de los padres en las tareas educativas de los hijos, la creación de residencias para universitarios o la defensa de la moralidad pública, especialmente en el cine. Precisamente, la Confederación fue presidida a nivel nacional hasta 1945 por el propagandista José María Mayans, conde de Trigona, y a ella pertenecían también otros miembros de la ACNdP como Cirilo Tornos o Tomás del Cerro. José María Cremades presidiría durante siete años la junta diocesana de Acción Católica de Zaragoza, y durante otros siete, el Consejo diocesano de Hombres de Acción Católica. También perteneció a la Asociación de Juristas Católicos.
Participó intensamente en la campaña asuncionista que contribuiría al apoyo de España a la definición, en 1950, del dogma de la Asunción de Nuestra Señora, asistiendo en la Santa Sede, en representación de la ACNdP, a la solemne ceremonia de su proclamación por Pío XII, el 1 de noviembre del mismo año. Los propagandistas habían desarrollado como pocos movimientos españoles una sólida campaña de cultos religiosos en agradecimiento a la Virgen, así como la celebración de innumerables votos asuncionistas en ayuntamientos y corporaciones, así como en sus propios centros. Se remitieron cartas de petición al nuncio y obispos. Tuvieron lugar actos y conferencias. La Plegaria Nacional Mariana de 1946 había culminado también, oficialmente, con la celebración de un Acto Asuncionista Nacional. Cremades, que era secretario del centro de la ACNdP en la ciudad del Ebro desde diciembre de 1944, subrayó que Zaragoza unía “todos los títulos para que fuera en esta ciudad donde el voto nacional se verificara”, y allí tuvo lugar el acto el día del Pilar de aquel año, presidido por el presidente de las Cortes, Esteban Bilbao, que expresó la solicitud conjunta del dogma ante el Cardenal Primado.
La actividad de Cremades continuó incesante en la ACNdP, tanto en su centro como en aquellos en los que se le pidió, contribuyendo significativamente a la constitución de los de Lérida y Tarragona. En abril de 1942 le vemos impartiendo un círculo de estudios en el de Barcelona, en el marco del ciclo dedicado aquel curso a la personalidad humana. En enero de 1946 quedaba constituida la Comisión pro Colegio Mayor de San Pablo, gran proyecto de la Asociación, en la que se integró junto a José María Sánchez-Ventura, Manuel García-Atance, Ivo del Cacho y José María Julve Jope. Como hemos mencionado, Cremades fue nombrado a finales de 1944 secretario del Centro de Zaragoza, formando el consejo local Juan Fabrat del Val, Miguel Sancho Izquierdo, José María Sánchez-Ventura y Gastón y José María Guallar y López de Goicoechea. Ocuparía el cargo durante doce años, hasta 1956, si bien no fue en absoluto su única responsabilidad. En octubre de 1945 fue elegido consejero nacional, cargo que renovó en abril de 1947. En 1953 formó parte de la terna electoral de la que salió elegido presidente otro zaragozano, Francisco Guijarro Arrizabalaga. Fue vicepresidente de la ACNdP entre 1952 y septiembre de 1955 (ya en 1949 había sido candidato a la vicepresidencia), y consejero nacional hasta 1958. También fue miembro del Consejo de Administración de la Editorial Católica y de la Biblioteca de Autores Cristianos.
El afecto y confianza que Fernando Martín-Sánchez Juliá depositó en Cremades se refleja en distintas labores que le encomendó y las gratas palabras que le dedicó en público en varias ocasiones. Cuando el 24 de febrero de 1945 se celebró en la Casa de San Pablo un sencillo acto conmemorativo del XXV aniversario del ingreso del entonces presidente, fue él quien habló, tras la celebración de la misa, en nombre de los centros, expresando la adhesión y homenaje de los propagandistas. En sus agradecimientos, Martín-Sánchez alabó su elocuencia y los riesgos que el zaragozano vivió como diputado en la primavera de 1936. Tras la XXXVII Asamblea de secretarios de centro, en mayo de 1948, volvió a elogiar a Juan Antonio Cremades, en esta ocasión por su ponencia, que alentaba a la actuación nacida de la vida espiritual. En abril de 1949, le nombró “visitador de los centros de Lérida, Tarragona y Tortosa, debiendo, una vez efectuadas las visitas, elevar a esta Presidencia un informe sobre el estado actual de aquellos centros y proponer las medidas que crea necesarias para el incremento de su espíritu apostólico y la mayor eficacia de su actuación”. Precisamente, en el marco de la Asamblea que los centros de la ACNdP de la antigua corona de Aragón celebraron en Tarragona entre el 22 y el 24 de enero de 1950, Cremades presentó una ponencia sobre la necesidad de unir vida sobrenatural y acción en el propagandista, y como la puesta en marcha del Colegio Mayor de San Pablo, a cuya comisión pertenecía, suponía la plasmación concreta de un proyecto en el que se había deseado desde sus inicios integrar a toda la asociación.
Quizá la huella más significativa de una sólida amistad y confianza fue el escrito que Fernando Martín-Sánchez Juliá remitió a Cremades, entonces vicepresidente, el 23 de junio de 1953. En el escrito renunciaba a la reelección. Controvertido por las circunstancias y retos que vivía la Asociación, el texto que Martín-Sánchez dirigía a Cremades es en todo caso de primer orden entre los de la historia de la ACdP, un ejercicio de humildad en la verdad, lección para todos de un hombre que nunca se creyó necesario ni insustituible.
En otras cartas dirigidas a Cremades se le agradecen sus aportaciones para hacer frente a las necesidades económicas de la Asociación. Otras, como la que él dirigió a Madrid, fechada en febrero de 1956, enumeraba con detalle los números del boletín que le faltaban para completar la colección que quería conservar, explicando que varios de ellos contenían reproducciones de pastorales de obispos y otros textos que le interesaban especialmente.
Juan Antonio Cremades contrajo matrimonio en 1939 con Pilar Sanz-Pastor Fernández de Piérola. Fueron padres de diez hijos: Juan Antonio, María del Pilar, Bernardo, Javier, María del Carmen, Carlos, María Isabel, Pablo, Conchita y Ana María.
En 1970 era distinguido con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. Un año más tarde se incorporaba a las Cortes, por el tercio familiar, permaneciendo en las mismas hasta su disolución definitiva en 1977. Estaba en posesión de numerosas condecoraciones y distinciones, como la Encomienda Pontifica de la Orden de San Gregorio Magno, la Cruz de Guerra, la Cruz Roja del Mérito Militar, la Medalla de la Campaña y la cruz del Mérito Militar Italiano; la Cruz distinguirá de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort; la Medalla de Oro de la Provincia de Lérida, la Medalla de Oro de la Ciudad de Lérida; era Hijo Adoptivo de la Provincia de Lérida; la Medalla de Plata de la Inmortal Ciudad de Zaragoza; la Medalla de Oro de la Cruz Roja; era también Colegiado de Honor del Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza. Juan Antonio Cremades Royo falleció en la Zaragoza que le vio nacer el día de san Esteban de 1992.
Bibl.:
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Fuentes:
Archivo de la ACdP; A.C. de P. , Censo de Propagandistas, 1º de Junio – 1975, pág. 33; Boletín de la ACNdP, 100 (20.XI.1930), pág. 3; 123 (15.IV.1932), pág. 3; 158 (1.XI.1933), pág. 2; 176 (1.IX.1934), pág. 19; 201-202 (1.IX.1935), pág. 18; 253 (15.VII.1940), pág. 2; 264 (1.III.1941), pág. 8; 265 (15.III.1941), p. 8; 289 (1.V.1942), pág. 10; 291 (1.VI.1942), pág. 10; 295 (1.VIII.1942), pág. 2; 296 (15.X.1942), págs. 2 y 4; 315 (1.IX.1943), pág. 11; 336 (1.IX.1944), pág. 2; 343 (1.I.1945), pág. 2; 346 (15.II.1945), pág. 9; 347 (1.III.1945), págs. 3-4; 348 (15.III.1945), pág. 1; 353 (1.VI.1945), pág. 8; 356 (1.IX.1945), pág. 3; 357 (1.X.1945), págs. 1 y 2; 358 (15.X.1945), págs. 6 y 9; 365 (1.II.1946), pág. 8; 366, 15.II.1946, pág. 2; 373 (1.VI.1946), pág. 2; 374 (1.VII.1946), pág. 2; 377 (1.X.1946), págs. 2, 6 y 7; 379 (1.XI.1946), págs. 2 y 5; 389 (1.IV.1947), pág. 4; 398 (1.X.1947), págs. 1 y 4; 407 (15.II.1948), pág. 8; 409 (15.III.1948), pág. 8; 414-416 (1.VII.1948), págs. 1, 2, 17 y 21; 419 (1.IX.1948); 420 (1.X.1948), págs.. 2 y 5; 442 (1.X.1949), págs. 1 y 5; 443 (15.X.1949), pág. 3; 446 (1.XII.1949), pág. 27; 450 (1.II.1950), págs. 5 y 6; 452 (1.III.1950), pág. 5; 463 (1.X.1950), págs. 1, 2 y 3; 464-465 (1.XI-1950), págs. 7 y 12
BOE 171/1970, pág. 11438, Decreto 2043/1970, de 18 de julio.
Entrevista del autor con Bernardo Cremades Sanz-Pastor, hijo del biografiado (Madrid, 3.X.2022).
Andrés MERINO THOMAS