ALCALÁ–SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael. Madrid, 21.I.1925 – Madrid, 6.XI.1997. Médico. Catedrático. Presidente de la ACdP (1993–1997).
A lo largo de su vida, combinó su pasión por la docencia, la investigación y la práctica médica, consolidándose como una figura relevante en la evolución de la gastroenterología y la medicina interna en España. Se licenció en Medicina en la Universidad de Valencia en 1948, logrando 39 matrículas de honor y obteniendo el Premio Nacional Fin de Carrera al mejor expediente. Durante sus estudios, ganó por oposición las plazas de Alumno Interno, Médico Interno y Profesor Ayudante de Clases Prácticas, además de recibir el Premio Peregrín Casanova. Estuvo becado en las universidades de Frankfurt y Múnich y en el Central Middlesex Hospital de Londres.
Se trasladó a Madrid y comenzó a trabajar con el profesor Carlos Jiménez Díaz en su Cátedra, en la Fundación Jiménez Díaz (1950– 1967), siendo sucesivamente esos años, médico interno, profesor ayudante y jefe agregado de Clínica. En 1952, alcanzó el título de Doctor en Medicina, con una tesis que obtuvo el Premio Extraordinario de Doctorado. Entre 1955 y 1956 fue nombrado Fellow Research en la Universidad de Pensilvania y en 1956 fue becario de la Henry L. and Grace Doherty Foundation de Nueva York.
En 1957 obtuvo por oposición la plaza de profesor adjunto de Clínica Médica en la Universidad Central de Madrid. En 1967 consiguió por unanimidad la Cátedra de Patología General en la Universidad de Santiago de Compostela. En 1969 pasó a ocupar la misma cátedra en la Universidad de Salamanca por concurso de traslado y en 1970 fue catedrático de Patología y Clínica Médica en esa universidad. En1972 fue nombrado catedrático de Patología y Clínica Médica en la Universidad Complutense de Madrid, donde ejerció hasta su nombramiento como Profesor Emérito en 1991.
Paralelamente, desempeñó importantes funciones en el ámbito hospitalario. Fue, siempre por oposición: médico de la Beneficencia Municipal de Madrid ( 1952–1967); médico de la Beneficencia Provincial de Madrid en 1953; jefe clínico de Medicina Interna del Hospital Provincial de Madrid (1966); jefe clínico de Medicina de Aparato Digestivo en dicho hospital de 1966 a 1971 y desde 1971, también por oposición, profesor jefe de Servicio de Medicina de Aparato Digestivo del Hospital General Gregorio Marañón de Madrid.
Dentro de su actividad investigadora y docente, entre 1950 y 1956, trabajó en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En 1968, asumió la dirección de la Escuela de Enfermeras (ATS) de la Facultad de Medicina de Santiago. Entre 1977 y 1982 dirigió la Escuela de ATSF en la Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco (actual Hospital Gregorio Marañón). En 1979 dirigió la Escuela Profesional de Enfermedades del Aparato Digestivo, también en la Ciudad Sanitaria Provincial, siendo jefe de la División de Medicina y Especialidades Médicas entre 1977 y 1982. Posteriormente, entre 1982 y 1987, fue jefe del Departamento de Especialidades Médicas del Hospital Provincial y en 1984 presidió la Comisión Nacional de Docencia en Gastroenterología. Además de ello, fue secretario del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Medicina de Salamanca en 1969 y su vicepresidente (1970–1972) y miembro del Consejo Nacional de Educación del Ministerio de Educación y Ciencia (1974– 1978). Entre 1975 y 1989, formó parte del Comité de Investigaciones y Ensayos Clínicos del Hospital General Gregorio Marañón.
A lo largo de su vida profesional ocupó puestos clave en diversas instituciones médicas: fue presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (1983–1984) y miembro de diversas instituciones como la Real Academia de Medicina de Valencia, en la que ingresó como académico corresponsal en 1958, y del Instituto Médico Valenciano, del que fue miembro honorario desde 1953. Asimismo, fue miembro fundador de la Sociedad Española de Endoscopia y de la Sociedad Española de Hepatología y fue nombrado miembro de honor de las Academias Médico–Quirúrgicas de Pontevedra, Alicante y Madrid. En 1973 recibió el título de miembro honorario de la Asociación Médica Panamericana (PAMA) Capítulo Ecuatoriano. Junto a ello, formó parte de la International Association for the Study of the Liver.
Publicó más de 250 artículos en revistas científicas nacionales e internacionales junto a numerosos libros, capítulos y monografías y dirigió 22 tesis doctorales. A lo largo de su carrera en el ámbito de la medicina, impartió más de 300 conferencias y cursos, tanto nacionales como internacionales. El reconocimiento a su trayectoria se vio reflejado en numerosos premios y distinciones. Entre ellos destacan el Premio Víctor de Plata al Mérito Profesional, el Premio Roel del Instituto Médico Valenciano, el Premio Ciudad de León, el Premio de la Real Academia de Medicina de Valencia, el Premio de la Academia Médico–Quirúrgica de Madrid y el Premio de la Diputación Provincial de Madrid al Mérito Profesional. En 1988, recibió la Medalla de Oro de la Sociedad Española de Patología Digestiva en reconocimiento a su labor en el campo de la gastroenterología.
Estuvo vinculado a la Asociación Católica de Propagandistas desde 1948, año en que se integró en el Círculo de Jóvenes del Centro de Valencia, pasando en 1953 al Círculo de Jóvenes del Centro de Madrid, siendo admitido como inscrito en 1965. Antes de ser presidente ocupó distintos cargos, tanto en la ACdP como en sus obras educativas: fue director de la Escuela de Enfermería, director de Ordenación Académica, patrono, secretario del Patronato, primer Gran Canciller de la Universidad San Pablo–CEU, consejero nacional y vicepresidente. Al mismo tiempo, fue miembro del Grupo Tácito y colaborador del diario Ya.
Rafael Alcalá–Santaella Núñez fue elegido presidente en septiembre de 1993 y reelegido en junio de 1997. Durante su presidencia, la ACdP experimentó importantes cambios y avances. Cuando se presentó como candidato, indicó cuáles serían sus líneas de actuación: revitalizar el espíritu asociativo fomentando el compromiso de sus miembros mediante una sólida formación intelectual y espiritual; fortalecer la relación entre la Asociación y sus obras, asegurando que estas reflejen sus valores y principios; conectar con el mundo de la mujer insistiendo en la importancia de que tanto hombres como mujeres participen en igualdad de condiciones en la labor apostólica de la Asociación y recuperar la conexión con la juventud.
En sus palabras de toma de posesión como presidente en la LXXXI Asamblea General de septiembre de 1993, señaló que la Asociación había perdido el contacto con su entorno en ámbitos fundamentales como el de la mujer, la juventud (la edad media de ingreso era de 39 años), el entorno sociopolítico y los alumnos de las obras educativas desconocían qué era la Asociación. Junto a ello comentó la necesidad de revitalizar la Asociación señalando como ejemplo que de los 26 centros existentes de la ACdP, en la memoria del curso 92–93 sólo 7 remitieron informe de haber realizado actividades. Rafael Alcalá–Santaella propuso entonces convocar la I Asamblea General Extraordinaria, cuyo propósito fue reflexionar sobre la situación de la Asociación y su futuro. La idea se aprobó con 156 votos a favor, 8 en blanco, y 1 nulo. Para preparar dicha asamblea se remitió a todos los miembros de la Asociación un cuestionario con cerca de un centenar de preguntas y se recibieron más de 250 contestaciones, que junto a las aportaciones de los Centros, se agruparon en apartados y se volvieron a remitir a todos los propagandistas para que pudieran hacer de nuevo los comentarios o modificaciones que consideraran. Todo ello se redactó en una ponencia que se presentó a la I Asamblea General Extraordinaria, tras cuyas votaciones se acordó potenciar la extensión geográfica de la Asociación, el cumplimiento de los Estatutos y la profundización en el espíritu religioso, así como establecer una estructura de conexión entre la ACdP y sus obras educativas.
Durante su presidencia Alcalá–Santaella se centró en cumplir los mandatos de la I Asamblea General Extraordinaria, impulsando importantes cambios en diferentes ámbitos: se animó a los secretarios de los Centros a la restauración de los Círculos de Estudio en su sentido originario, y a organizar actividades en los campos tradicionales de la Asociación: social, político y medios de comunicación, estableciéndose un sistema para complementar los gastos de funcionamiento de los Centros para que pudieran atender a las actividades. En la Asamblea General de 1995 se observan los frutos viendo que Centros que antes funcionaban lánguidamente han adquirido una vida importante potenciando sus actividades. Se actualizó el censo y se estableció un proceso para que fuera actualizado cada año. Junto a ello, se restauró la conmemoración de la festividad de San Pablo y la renovación anual de la Promesa, así como el tiempo y forma de aspirantado y la periodicidad de la renovación de los secretarios de Centros.
Respecto a la profundización del espíritu religioso, se procedió, por parte de la Asamblea de Consiliarios, a la definición de las líneas religiosas orientadoras, que quedaron claramente establecidas en el documento que se presentó al Consejo Nacional, y que este aprobó y se publicó en el libro Documenta 1993–1995. Se publicaron, asimismo, los cuatro volúmenes de Hechos y dichos de Ángel Herrera y Ángel Ayala recopilados por el propio Alcalá–Santaella, donde se compila todo lo dicho y hecho por los fundadores publicado en los Boletines Informativos de la ACdP. Se inició la clasificación sistemática del archivo de la ACdP y la de los primitivos boletines y se pusieron en marcha conversaciones con la BAC para publicar las obras completas de Ángel Ayala, encargándose a José Luis Gutiérrez la recopilación de las de Ángel Herrera Oria.
Durante su presidencia se abrió oficialmente la Causa de Canonización de Ángel Herrera Oria (20/10/1996) y se crearon los secretariados nacionales de Jóvenes y el de Incorporación de la Mujer. Además de ello, se crearon el servicio de Documentación y Formación Permanente y el de Publicaciones, que bajo la dirección de Joaquín Campillo reanudó la publicación del Boletín Informativo Interno de la ACdP, que se había interrumpido al unirse en 1980 con el Boletín de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
En relación con las obras educativas, y siguiendo las indicaciones de la I Asamblea General Extraordinaria de establecer una estructura de conexión con la ACdP, se modifica la dinámica de nombramientos y los patronos de la Fundación Universitaria San Pablo pasan a ser nombrados por el Consejo Nacional de la Asociación, cada cuatro años. El Patronato pasa así a ser el órgano supremo de las obras que orienta sobre su finalidad, infunde el espíritu de la Asociación en ellas y vigila el cumplimiento de ambos objetivos en estrecho contacto con el Consejo Nacional.
En origen, el Patronato del CEU fue el Consejo Nacional de la ACdP y posteriormente pasó a ser un órgano específico designado por el Consejo Nacional. El presidente del Patronato y el de la Asociación eran, al principio, el mismo. Cuando el CEU se transformó en Colegio Universitario San Pablo y después, en la Fundación Universitaria San Pablo en 1973, el Patronato sufrió un cambio radical en su estructura. Se estableció un sistema en el que la mayoría de los patronos eran designados de manera electiva por el presidente de la Fundación, quien, a su vez, ya no coincidía con el presidente de la Asociación. Estos patronos eran nombrados con carácter vitalicio hasta alcanzar los 70 años, momento en el cual eran reemplazados por otros seleccionados por el propio Patronato de la Fundación.
Este modelo generó una estructura rígida y cerrada que, en ocasiones, podía no estar plenamente alineada con la Asociación. Esta situación fue considerada poco conveniente por la I Asamblea General Extraordinaria, entre otras razones, porque el carácter y las convicciones de una persona pueden evolucionar significativamente con el tiempo. Por ello, se propuso al Patronato que, para fortalecer el vínculo con la Asociación, los patronos fueran renovados periódicamente por el Consejo Nacional.
Tras casi un año de reuniones y deliberaciones, en marzo de 1995 se logró la redacción de los nuevos Estatutos conforme a las directrices de la Asamblea General. Dichos Estatutos fueron presentados ante el Ministerio en abril y, finalmente, el 6 de junio de 1995, el Subsecretario firmó su aceptación. El 20 de junio, el Patronato del CEU decidió suspender provisionalmente su tramitación, a pesar de que ya habían sido aprobados por el Ministerio y, aunque dicha suspensión vulneraba los acuerdos de la Asamblea General Extraordinaria, el Patronato continuó realizando nombramientos sin avanzar en la reforma. El 15 de julio el Consejo Nacional instó al Patronato a cumplir con sus compromisos y aceptar la normativa acordada. El 19 de septiembre de ese mismo año fue posible la aplicación de los Estatutos conforme a la voluntad de la Asamblea General Extraordinaria.
En el ámbito de las obras educativas, se promulgaron los Estatutos definitivos de la Universidad San Pablo–CEU que inició su andadura el curso 1993/1994. Asimismo, se actualizaron los Estatutos del Colegio Mayor Universitario de San Pablo y de la Fundación San Pablo de Ayuda al Estudio para cumplir con la nueva Ley de Fundaciones y las recomendaciones de la I Asamblea General Extraordinaria. Además, iniciaron su labor nuevas fundaciones vinculadas a la Asociación, como la Fundación San Pablo Andalucía, la Fundación San Pablo Castilla y León, la Fundación Castellonense y la Fundación Baltasar Gracián de Zaragoza.
En ese proceso de crear un sistema de conexión entre la Asociación y las obras educativas, se instauró desde 1994 que se celebraran con periodicidad anual reuniones conjuntas del Consejo Nacional con los patronos y directivos de las obras. Además de ello se implantaron las incompatibilidades del quinto bloque de las conclusiones de la I Asamblea General Extraordinaria respecto a los límites de mandatos en los cargos y se aplicó, entre otras medidas, la resolución del Consejo Nacional de enero de 1995 de que el presidente no tuviera ninguna retribución por serlo, ni directa ni indirectamente, de la Asociación ni de sus obras docentes.
Tras su fallecimiento el 6 de noviembre de 1997, desde las páginas del diario ABC, José María García Escudero lo definió como un humanista cordial, imaginativo y emprendedor, que sometió a la ACdP “al examen colectivo de conciencia más riguroso de su historia” preocupado por su revitalización pero sin perder nunca la continuidad del espíritu fundacional. El comunicado aprobado por el Consejo Nacional el 15 de noviembre de 1997 hizo suyas las palabras de Rafael Alcalá–Santaella en la LXXXV Asamblea General: “Tenemos que estar siempre unidos, pero no sólo por la amistad, sino por la caridad fraterna. ¿Cómo vamos a conseguir esto? De cuatro maneras distintas: por el diálogo, la participación, el trabajo colectivo y naturalmente, mediante la oración y el cumplimiento de las líneas religiosas orientadoras”.
María ALCALÁ–SANTAELLA ORIA DE RUEDA
Obras de ~: (se excluyen sus obras relacionadas con la medicina) “La Asociación Católica de propagandistas. Su espíritu fundacional”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 9–26; “Discurso del presidente en la LXXXI Asamblea General de la ACdP”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 41–46; “Palabras del presidente en la Asamblea General Extraordinaria de la ACdP”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 49–52; “Análisis de la situación actual de la ACdP”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 67–100; “Discurso del presidente en la reunión de consiliarios”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 103–110; “Discurso de presidente en la XC Asamblea de secretarios”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 113–119; “Naturaleza, pasado y presente del CEU”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 123–136; “Discurso del presidente en la reunión con el Arzobispo en la Universidad”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 139–140; “La A. C. de P. formadora de hombres y promotora de instituciones”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 163–177; “El católico y el propagandista en la vida pública”, en ALCALÁ-SANTAELLA NÚÑEZ, Rafael (coord.): Documenta 1993–1995, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1995, págs. 201–214; La Asociación Católica de Propagandistas en su realidad actual y según el pensamiento de sus fundadores Ángel Ayala S.I. y Ángel Herrera, Madrid, Fundación Universitaria San Pablo CEU, 1996; Hechos y dichos del P. Ángel Ayala. Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1996; Hechos y dichos de Ángel Herrera y Ángel Ayala. Tomo I, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1996; Hechos y dichos de Ángel Herrera y Ángel Ayala. Tomo II, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1996; Hechos y dichos de Ángel Herrera y Ángel Ayala. Tomo III, Madrid, Asociación Católica de Propagandistas, 1996.
Fuentes: Archivo General ACdP–CEU; Boletín A.C.N. de P., 424 (1.XII.1948), pág. 12; 926 (1974), pág. 5; Boletín ACdP–FUSP CEU, 15 (V.1983), págs. 18–19; 16 (I–III.1986), pág. 26; 31–32 (IV–IX.1987) págs. 16–19; 41 (I–IV.1991), págs. 3–7; 46 (I.III–1993), págs. 12–13; 47 (IV–VI.1993), pág. 5; 49 (X–XII.1993), págs. 3–10; 51 (IV–VI.1994), págs. 30–32); 52 (IX–XII.1994), págs. 2–5 y 30–35; 52 (X–XII.1995) págs. 13–17; ACdP. Boletín Informativo Interno, 1009 (I.1995), págs. 3 y 13; 1010 (IV.1995), pág. 2; 1012 (X.1995), págs. 2 y 15; 1015 (XI.1996), págs. 2 y 10; 1016 (1997), págs. 2–3; 1017 (IV.1997), págs. 2–3; 1018 (V–VI.1997), págs. 1–12; 1019 (VII.1997), págs. 2–10;
Bibliografía: ORTEGA DÍAZ-AMBRONA, Juan Antonio: El grupo Tácito. Un precursor del centrismo de UCD (1973–1977). CEU Ediciones, 2002.