Mártir de la ACdP
Manuel Casimiro Morgado
Nació el 23 de agosto de 1891 en Fuente del Maestre en una familia de labradores. Recibe el Presbiteriado el día 2 de junio de 1917 e inicia su ministerio como coadjutor en Aceuchal y Bienvenida, entre 1917 y 1921. El 2 de octubre de 1921 es nombrado primer capellán del Colegio de las Religiosas del Sagrado Corazón. Ese mismo año instruye la Archicofradía de los Jueves Eucarísticos. En 1925 es capellán del Asilo de Ancianos Desamparados y en 1929 es nombrado consiliario diocesano de la Acción Católica. A su vez, es nombrado consiliario local de la ACdP en Fuente del Maestre.
En el verano de 1936 es encarcelado en la ermita de Buen Suceso, e inmediatamente, fue trasladado al templo parroquial. El 9 de agosto de 1936 es juzgado en el Ayuntamiento. Al atravesar la plaza unos disparos le ocasionaron la rotura de la clavícula. Manuel contó al Doctor Juan Quiñones, mientras le curaba de sus heridas: «Querían que blasfemara, pero yo he contestado diciendo: ¡Viva Cristo Rey!»; y añadió: «Don Juan, cuando me deje, me matarán; porque quieren que blasfeme y no lo conseguirán». En torno a la media noche le ofrecieron la libertad, si blasfemaba, pero él contestó: «¡Viva Cristo Rey!». No obstante lo dejaron salir a su casa. Mientras iba de camino recibió varios disparos y fue rematado en el inicio de la calle de la Quebrada, en la madrugada del 10 de agosto de 1936. Su causa se abrió el 26 de mayo de 2006 por el entonces arzobispo de Mérida-Badajoz, Monseñor Antonio Montero.