29 de noviembre. EL BELÉN

El belén tal y como lo conocemos nace a partir de la idea de representar la imagen del nacimiento de Jesús, la cual se le atribuye a San Francisco de Asís, quien en el año 1223 decidió celebrar una Noche Buena diferente y revivir este hecho histórico, al principio con personas que encarnaban la escena y más tarde con figuras, para que la gente que no sabía leer ni escribir en su época comprendiera un poco mejor el significado de la Navidad.

El Concilio de Trento impulsó la instalación de los Nacimientos en las iglesias durante la Navidad. A finales del siglo XVIII, los nacimientos salieron de las iglesias, y ocuparon un lugar dentro de las casas y en las plazas.

En España, el belén es introducido por la orden franciscana en el siglo XV. Del siglo XVI todavía se conserva el belén de Coral en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, donde todas las figuras están talladas en coral, plata y bronce.

Las escenas del Nacimiento se basan en los Santos Evangelios de Mateo y Lucas según la Biblia, donde se cita que un Ángel anuncia a los pastores el nacimiento del Mesías, así como que Jesús nace en un pesebre, y es visitado por los pastores.

Si bien hubo también sabios que visitaron al Santo Niño más conocidos como Reyes Magos que fueron guiados por la estrella. Cada personaje que participa guarda un significado, donde destacan algunas figuras principales que siempre aparecen y conservan su simbólico significado. Los personajes del belén que fueron a visitar al Niño Jesús representan a los hombres y mujeres de todos los tiempos.